Obsesionado

Amor (3/3)

El sonido del disparo llegó a los oídos de ambos, que por instinto miraron al techo pues allí fue donde llegó.

— Fallaste.— sonrío cínicamente.

Sus manos temblaron mientras dejaba caer la pistola al suelo, sin saber que hacer.

— Perdón, yo....— susurro mientras retrocedía, mirando a su alrededor.

Tenía miedo, quería correr y escapar de allí. Pero algo dentro de sí le decía que si no quería provocar a Jaekyung, entonces que no lo hiciera.

— Tranquilo Dan, está bien, te perdono.

A la hora de verlo las lágrimas cayeron con más intensidad, pues ver la cara siniestra que Jaekyung tenía en su rostro le era atemorizante.

— No llores, sabes que odio que lo hagas.

Sintió como tocaba su rostro, pero se encontraba tan perdido que no deseaba apartarlo.

' Si salgo corriendo ¿Él me matará?'

— Jaekyung...

— ¡Jaekyung!— grito de repente una tercera voz.

Al mirar a dónde provenía pudieron ver al padre de Jaekyung, quien se veía sorprendido por la escena.

Después de que llegará ambos fueron llevados a la estación, pues debían de interrogarlos. Para sorpresa de todos Jaekyung había terminado confesado todo, pareciendo arrepentido.

Al hacerle varios estudios a Jaekyung determinaron que tenía un trastorno psicológico, lo que hizo que sus años en prisión bajarán considerablemente.

Por ende, su sentencia final únicamente fue de siete años, cosa que le pareció justa.

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Desde aquel día donde fue descubierto habían pasado ya nueve años, cambiando muchas cosas.

La primera era que había salido de la cárcel desde hace ya dos años, siendo así una persona completamente diferente. Se había tomado ese tiempo para reflexionar, pues sabía que sus actos no eran correctos. A la vez tomaba su medicina para luchar con su transtorno, ya que sabía que era lo que debía de hacer.

Se había mudado de ciudad donde consiguió un comienzo nuevo, teniendo un trabajo importante en una empresa en ascenso. Por ende tenía mucho dinero.

¿Y que había sucedido con Dan?

Pues al final ambos habían quedado juntos, cumpliendo ya un año de casados.

Un día más llegó de su trabajo, encontrando la casa muy sola.

— ¿Dan?— pregunto él, encendiendo la luz.— ¿Dónde estás amor?

Al buscar por el lugar decidió ir a su habitación, la cual también tenía la luz apagada. No obstante, enmedio de la cama se lograba apreciar la silueta de Dan recostado con las manos por detrás.

— Aquí estás ¿Esto era otra de tus bromas?

Al encender la luz sonrío intensamente, pues le gustaba la imagen frente suyo.

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El miedo corría por sus venas, pues odiaba cuando lo dejaba en plena oscuridad. Su estómago dolía, pues no había comido desde la mañana.