Obsesionado

Sospechas y sorpresas

Había llegado hasta su salón, viendo a Yoon-Gu esperarlo en la banca como lo solía hacer siempre.

— ¡Buenos días Yoon!— dijo él con entusiasmo.

— ¡Dan, buenos días!— respondió su amigo con el mismo entusiasmo.

Rápidamente se sentó a su lado, pues deseaba hablar de muchas antes de que llegará el profesor.

— ¿Viste algo en el interrogatorio ?— susurro su amigo muy cerca suyo.

— ¿Interrogatorio?

— Sí, ya sabes, por las desapariciones de nuestros compañeros.— explicó su amigo.— La verdad todo se me hace muy raro, después de todo solamente desaparecen los de nuestra clase.

— Ahora que lo mencionas, nunca me había dado cuenta ¿Crees que estemos malditos o algo?

— No creo, pero tengo la sospecha de que hay un patrón en esto.

— ¿Un patrón?

— No le digas a nadie de lo que te diré, pero...— murmullo acercándose más.

— ¿Pero?

— Mi padre me contó que te ven a ti como un sospechoso.

Sus ojos se abrieron intensamente, pues ser considerado como sospechoso de parte del mejor detective de la ciudad no era nada bueno.

— ¿¡Yo!?— pregunto en vos baja.

— Se que no eres tú, pero hay un patrón muy raro que he notado.

— ¿Que es?

— Cada que los chicos desaparecen su última interacción es hacer planes o hablar contigo ¿No es así?

— Sí, pero...

— Lo que quiero decir es, ellos interactuaron contigo un día y al siguiente estaban desaparecidos ¿No es raro?

— Claro que es raro, pero....

— Kim Dan, al salón 5— habló el señor que había entrado.

Con nervios camino hasta donde estaba el dichoso salón, sintiendo que temblaba ligeramente.

— ¿Señor Joo?— pregunto al entrar y ver al padre de Jaekyung.

— Dan, buenos días hijo siéntate por favor.— le indico señalando la silla frente suyo.— Sabes porque te llamamos ¿Cierto?

— ¿Para un interrogatorio por las desapariciones de mis compañeros?

— Así es, ahora, la primera pregunta...

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— ¡Dan!— grito Joon, un chico de su clase.

— ¿Que pasa?

— Quería preguntarte si quieres venir mañana a mí casa, nos reuniremos a estudiar para el último parcial ¿Te parece?

— ¡Claro! ¿Puede venir Yoon-Gu?

— ¡Por supuesto! Me tengo que ir ¡Adiós!

— Pobre chico, ojalá no desaparezca— susurro Yoon-Gu en su oído en forma de broma.

— No juegues con eso.— reprendió él.

Al voltear su mirada hasta las escaleras pudo ver a Jaekyung esperarlo, cosa que lo hizo sonreír.

— Me tengo que ir Yoon, nos vemos mañana.— dijo tomando su mochila.

— ¿Te vas con Jaekyung?