El viaje hasta el apartamento se le hizo rápido, porque fue dormitando. Cuando por fin se detuvo en el estacionamiento del edificio, ella abrió los ojos y miró a su alrededor. El lugar estaba iluminado con luces tenues, debido a la hora. Había muchos otros vehículos de alta gama, y un guardia de seguridad que daba rondines por el lugar.
—Ya llegamos, cherie —le avisó Archie, apagando el motor y desabrochando su cinturón.
Ella lo imitó, cansada pero más lúcida. Al bajar del auto, sintió un escalofrío recorrerla porque hacía frío ahí, y ella apenas tenía una chaqueta y falda, no había traído nada más.
—Estos zapatos me están matando —se quejó al tratar de caminar.
—Puedes quitártelos, el piso esta limpio, ni una mancha de aceite —aseguró Archie.
Ella miró hacia abajo. El piso se veía más limpio de lo esperado para tratarse de un edificio de apartamentos. Y observando bien todo, se dio cuenta que era muy lindo, elegante pero no al extremo. Archie le había dicho que vivía muy bien pero nunca había dimensionado su estatus económico.
Se quitó los zapatos y caminó junto a él, que saludó al guardia con mucha amabilidad, y no perdió oportunidad de presentar a su novia.
—Ella es Charlotte —la tomó de la mano y le sonrió con dulzura—. Querida, él es Harry, uno de los guardias.
—Un gusto, señorita, que tenga buenas noches Señor Hawthorne —lo saludó el guardia antes de continuar con sus labores.
Mientras se alejaban hacia el elevador, ella lo codeo jugetonamente.
—Señor, ¿eh?
Su novio solo rodó los ojos con una media sonrisa.
El elevador era muy bonito, reluciente y pulido, parecía el de un hotel más que el de un edificio de viviendas. Mientras subían, ella se apoyó en él, que la abrazó por la sección media y apoyó la barbilla en su tupida cabellera. Ella se sintió muy cómoda en esa posición, y cerró los ojos disfrutando de la cercanía y de su afecto.
En el camino, algunas personas subieron y bajaron del elevador, algunos lo saludaron muy amablemente. Todos se notaban ser de muy buen pasar económico por las ropas, calzados, bolsos, relojes y joyería que llevaban. Todo eso la hizo preguntarse como no se había dado cuenta de que Archie vivía en un lugar así y claramente tenía dinero pero generalmente vestía de forma 'normal', sin llamar la atención. Pero no quiso preguntarle ahí en el elevador. Mejor se preguntó como sería el apartamento, por lo que veía debía ser muy bonito.
Estaba en el penúltimo piso, y el edificio era muy alto. Salieron tomados de la mano, la iluminación era tenue, pero por lo que se veía, el pasillo estaba prístino, quien quiera que limpiaba se tomaba ese trabajo muy en serio. Llegaron a la puerta y Archie sacó su llave, ella soltó una risita al ver que tenía un copo de nieve como llavero.
—Bienvenue dans mon humble maison, ma chère.
Abrió la puerta e hizo un ademán como reverencia para que pudiera pasar primero. Con un media sonrisa, ella entró, deteniéndose apenas dar unos pasos al interior, mirando impresionada el apartamento.
El suelo estaba revestido en cerámica de grandes formatos en un tono gris claro, complementado con una alfombra de diseño geométrico en colores neutros. Las paredes tenían paneles de madera de tono oscuro que contrastaban con el suelo y también ocultaban discretamente estanterías empotradas para libros y objetos decorativos. En el centro de la sala, había un sofá modular en lino gris oscuro, amplio y cómodo. Sobre él, cojines decorativos en tonos metálicos y texturas variadas. Frente al sofá, una mesa de centro de vidrio con base de acero inoxidable. La pared opuesta al sofá tenía montada un televisor de pantalla plana de 64 pulgadas. Debajo, un sistema de sonido de alta fidelidad integrado en un mueble de madera, junto con una pequeña colección de dispositivos tecnológicos, como una consola de videojuegos. En otro mueble, había una computadora de última generación. Un rincón de la sala estaba ocupada por una pequeña barra de café hecha de madera clara con taburetes altos, y detrás, un minibar.
ESTÁS LEYENDO
Placer Culposo
أدب الهواةContinuación de Coqueteando con el Peligro. La vida de Charlotte se pone de cabeza con el regreso de cierto ladrón y revelaciones que no esperaba. Ella solo quería vivir un romance, ahora su vida es toda una telenovela.