𝑺𝒕𝒂𝒓𝒈𝒊𝒓𝒍 | 𝑱𝒆𝒏𝒍𝒊𝒔𝒂 | (𝑮!𝑷)

Capítulo 3

Jennie sintió que su cuerpo temblaba ligeramente, haciendo que se despertara. Parpadeó un par de veces tratando de recordar dónde estaba, se limpió la cara, evitando cualquier tipo de baba de su pequeña siesta.

—La clase ha terminado—dijo Jisoo con una sonrisa juguetona en su rostro, mirando a Jennie bostezar con una cara adormilada—. Alguien no durmió anoche—su tono era sugerente ahora.

—Desearía no haber dormido por esa razón que estás pensando.

Los estudiantes se fueron a toda prisa, Jennie no tenía prisa, recogió los libros lentamente, colocándolos en su mochila y luego descansando sobre su espalda. Se levantó y estaba a punto de salir del aula con Jisoo cuando escuchó la voz del profesor.

—Jennie—murmuró el profesor—. Espera un momento, necesito hablar contigo antes de que te vayas.

—Por supuesto.—Se sentó en un pupitre como si nada hubiera pasado.

—Cierra la puerta cuando te vayas, Jisoo—dice el profesor. Jennie sonrió internamente mirando a la pelinegra mirarla confundida y luego salir por la puerta y cerrarla. Quedando ellos dos—. Esta fue la tercera vez en esta semana que te veo durmiendo en mi clase. ¿Por qué no me cuentas qué está pasando?

—¿Por qué está tan preocupado por mí, profesor?—Le preguntó, con una amplia sonrisa, traviesa. Él tragó saliva.

—Sabes que quiero lo mejor para mis alumnos.

—Sí. ¡Por supuesto!—La coreana sonrió con ironía—. De todos modos, necesitaba hablar contigo.

Jennie se levantó de su silla y se acercó al hombre mayor. Acercarse peligrosamente dándole la oportunidad de oler su dulce y sorprendente aroma.

—Jennie...—El hombre suspiró, ajustándose las gafas a la cara.

—Geong...

—Sé lo que quieres decir—Él dice, luciendo nervioso pero sin retroceder.

—¿Lo sabes?—murmuró, mirándola con sus hermosos ojos negros.

—Mira... Sé que es normal que una joven se sienta atraída por un maestro, un hombre mayor, pero... No puedes enamorarte.

Las cejas de Jennie se arquearon, perplejas. Trató de formular una frase ante esa estúpida idea del hombre, pero solo una sonrisa irónica salió de sus labios.

—No estoy enamorada de ti.

—¿No?—El hombre pareció sorprendido.

—No. Qué idea tan cruda.— Geong frunció el ceño—. Además, no me enamoro, solo quiero... follar.

—No hables tan vulgar, Jennie.

—Oh... Lo siento. ¿Prefieres el término hacer el amor?—Jennie soltó una risa sarcástica—. No hago el amor, Geong, follo duro. Y quiero follar en tu mesa.

—Estás loca...

—Y a ti te encanta.—Ahuecó su rostro y selló sus labios.

El hombre trató de alejarse, pero eso solo hizo que Jennie sonriera y se mordiera el labio inferior con fuerza.

—¿Qué pasa si alguien nos atrapa aquí?—murmuró contra los labios de la coreana.

—Tómalo con calma, profesor. Estás muy tenso.—Jennie se echó a reír, pasó los labios por el cuello del hombre y su boca chupó el lugar—. Nadie entra en los saltos de clase entre clases, pero si quieres cerramos la puerta.

—Creo que es una locura, Jennie.—Empujó a la coreana por los hombros, alejándose—. ¡Estamos en una universidad! Podemos ser atrapados... Me pueden despedir. Peor que eso, ¡puedo ser arrestado!