EL Plan

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Pasaron solo unos días desde que... Bueno, "empecé" algo con Josué, siendo la misma rutina; me busca para ir al instituto; me siento junto a ellos en el receso; y terminando las clases me trae devuelta a casa, despidiéndose con un beso, y cada una de esas veces me he tenido que tragar las ganas de vomitar.

No puedo negar que se ha comportado más amable conmigo desde que todo empezó, ahora son pocas las veces en las que me trata cortante. Eso es un pro en todo esto, pero el contra es que casi ni se despega de mí, me sigue a todas partes y por esa misma razón no he podido hablar de nuevo con Liz, tengo que hacer que me escuche, no puedo perder una oportunidad con la chica que me gusta solo porque piensa que soy gay.

Hoy es sábado, y agradezco enormemente no tener que ver a Josué por el fin de semana.

Estoy en la cocina junto a Duke, buscando algo de merendar, hasta que alguien toca el timbre. Me acerco a la puerta y grata fue mi sorpresa cuando me encuentro con el castaño.

—¡Lucas! Hubieras avisado que venías —sonríe y se encoge de hombros.

Duke, al escuchar su nombre, ladra y sale corriendo hacia él, lamiendo su cara.

—Yo también te extrañé, amiguito —se agacha y lo acaricia.

Me hago a un lado para que pase, reteniendo las ganas de abrazarlo. Aunque solo llevamos tres días sin siquiera vernos, lo extrañaba mucho.

—Fue algo repentino —dice, sentándose en el sillón y yo me siento a la par de él —ya sabes, por el entrenamiento de Tomy.—Duke sube y se recuesta en su regazo.

—¿Quieres ver películas cringe? —propongo, cuando noto su tono triste. Él acepta de inmediato y sin más busco Camp Rock en el Disney+.

Les explico; Lucas tiene un hermano menor que es el, por así decirlo, consentido de sus padres. Le dan mucha más atención que al propio Lucas, que se supone también es su hijo. Tomy juega fútbol, así que cada que tiene un partido o un entrenamiento, dejan al mayor en casa. El castaño no es muy fan de ese deporte, la última vez un balón aterrizó en su cara, pero eso no es lo que detiene a este en ir a ver a su hermano, si no ver cómo sus padres parecieran fingir que él nunca ha existido, acordándose tan solo de darle lo básico.

Cada que lo dejan solo o tiene una discusión con ellos, viene aquí. Mamá, que está al tanto de todo, siempre le prepara algo de su agrado, aunque la mayoría se lo come Duke.

Entre risas, la película acabó en un abrir y cerrar de ojos, por lo que me dispuse a buscar otra.

—¿Por qué te besaste a Josué? —pregunta de repente.

Lo miro sorprendido, inquientándome un poco.

  «No hay razón para estar nervioso» repetí en mi mente.

—No es lo que crees —hablo, antes de que él lo pueda hacer de nuevo —tengo un plan; voy a ilusionarlo y luego lo destrozaré por completo.—explico, omitiendo la parte donde menciono a Liz.

—El plan no suena muy convincente —se cruza de brazos.

—Porque no es el plan, es EL plan —digo, haciendo énfasis en "el" —espera y verás como lo dejo sollozando como perro abandonado.

—Eso es cruel, ¿Seguro lo harás?

—Es mi venganza, está servida en bandeja de plata y no dejaré pasar la oportunidad —sentencio, para empezar a reproducir Zombies 3.

Él no dice nada más sobre el tema por el resto de la película. Mamá terminó llegando a las nueve de la noche, se excusó diciendo que la charla en que su amiga se alargó un poco. Nos preparó algo para cenar y luego se despidió con un beso en la cabeza de cada uno, metiéndose a su cuarto.

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