Probar algo nuevo

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N.A: Esta vez no tengo excusa para la tardanza 🥺

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—Lo siento, creo que no debí preguntar eso —dice, al verme toser sin parar.

—No, no. Está bien —hago un ademán con la mano, restándole importancia —solo no me esperaba la pregunta.

Él se acomoda de lado y apoya su cabeza en su mano. Desliza la otra hasta mi cintura y me jala hacia él.

—No tienes que decirme si no quieres —deja pequeños besos en mi nuca, haciendo que mi piel se erice. Pego mi espalda a su pecho.

—Tampoco es algo de lo que me avergüence —encojo los hombros. —Mis padres son inmigrantes, llegaron aquí cuando mi hermano tenía siete. A mi padre lo deportaron a nuestro país natal días después de que nací, nunca he podido estar con él en persona.

—Debió ser difícil para tu madre cuidar de los dos —susurra con suavidad, yo asiento con lentitud.

—Lo fue, hasta que pudo encontrar un trabajo estable y conseguir una beca en la universidad. Luego mi madre envío a mi hermano con papá, siempre insistía en que quería estar con él por lo que llegó a un punto donde no se lo negó —trago el nudo que se había formado en mi garganta.

—¿Tu madre te llevaba a la uni con ella? —pregunta curioso, pasando sus dedos por mi brazo como suaves caricias.

—No, me cuidaba una señora que era nuestra vecina, en ese entonces vivíamos en un apartamento —explico y seguido suelto un suspiro. —Ya estaba mayor, creo que le dió un infarto o algo, mamá no me contó mucho cuando le pregunté. Después de eso buscó desesperada a alguien más, faltó algunos días a la uni hasta que un amigo suyo se ofreció. —Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro —ahí es donde conocí a mis tíos. Lo demás ya me da algo de pereza contarlo.

Volteo para mirarlo directamente a sus ojos cafés que me observaban con un brillo llamativo.

—¿Y tú? Cuéntame más sobre ti.

—¿Qué quieres saber?

—¿Qué hacías en aquel lugar detrás del bar? —pregunto sin titubear. Aún siento cierta molestia por aquel chico.

Suspira y se sienta para recostarse contra el espaldar de la cama, yo hago lo mismo. Su expresión se tensa antes de hablar.

—Son unas peleas a las que voy para desahogarme, tú mismo has visto cómo son mis cambios de humor. Aunque no uso el dinero que gano ahí —un escalofrío recorre mi nuca por la repentina seriedad.

—¿Ilegales? —asiente y espero un poco para soltar la siguiente pregunta —¿Y el que estaba contigo esa vez?

—Es quien me busca contrincantes, solo un amigo —me quedo en silencio y vuelvo a acostarme, dándole la espalda.

Siento como sus brazos empiezan a rodearme hasta que me acerca a su pecho de nuevo.

—¿Celoso? —dice, ahora en un tono de burla.

—No… —sí —tal vez un poco, no te creo nada. —Doy un pequeño salto cuando su mano se escabulle por debajo de mi camisa.

—Pues, trataba de saltarme esa parte, pero hace tiempo tuvimos una aventura— su mano deja pequeñas corrientes eléctricas a medida que recorre mi cuerpo —te aseguro que no fue nada importante, estábamos borrachos.

—¿No que solo te he gustado yo?

—Con él es más una atracción sexual que una romántica.

—Me estás diciendo que no te atraigo de manera sexual —No, no estoy pensando tener sexo con él si es lo que creen, es… por mera curiosidad.

Mi BullyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora