Mi Bully

Fiesta

—Oye, Sam —la voz de Lucas interrumpe mis pensamientos y de inmediato me sonrojo levemente por esto.

—¿Si? —volteo a verlo, dejando el pan que estaba comiendo a un lado. Perdí el apetito.

—Te estoy hablando y parece que no escuchas —dice, rodando los ojos.

—Lo siento, estaba pensando en algo. ¿Qué me decías?

—Mis padres saldrán junto con Tomy a una cena… pensé que te gustaría que tuviéramos una noche de películas y vídeojuegos —se rasca la nuca con notable nerviosismo.

Ahora mismo tengo la opción de algo que me podría distraer de todo lo demas, pero claro, aún no creo que Lucas haya dejado de sentir eso por mí, alguien no puede dejar de gustarte en tan solo dos días. No es que ahora tenga asco, simplemente es algo confuso todavía.

—Le preguntaré a mamá —es lo único que respondo, con una sonrisa.

Él solo asiente y empezamos a hablar cualquier otra cosa, hasta que tenemos que volver al salón de clases. En el camino le pedí que me acompañara hasta mi salón, no quería encontrarme al castaño entrando al mismo tiempo que yo. Pero fue imposible esquivarlo al momento de la salida.

Estoy caminando por la acera de regreso a casa, cuando cierto auto empieza a andar lentamente a mi lado.

—Hey, ¿No qu...

—Caminaré, gracias —digo sin molestarme en mirarlo, caminando más rapido.

—¿Estás molesto por lo del otro dia? Vamos, ya me disculpé —bufo con fastidio, volteando a verlo de reojo.

—No estoy molesto, solo… —«estoy sintiendo algo verdadero por ti» —¡Agh! ¿Sabes qué? No tengo tiempo para esto, déjame en paz —vocifero, apretando la manga de mi mochila, frustrado.

—¿No quieres hablarlo mejor? —hago caso omiso a su pregunta —¿¡Quieres que me disculpe otra vez!? ¡Bien! Lo siento, no quería tratarte de esa manera, en serio —mientras más decía, el molesto cosquilleo en mi pecho aumentaba. En este momento ya estaba realmente molesto.

—¡Mierda, callate! —grito enfurecido, volteando a verlo e intentando retener las lagrimas —¡No quiero hablar de eso ahora, necesito pensar las cosas y no puedo si tú estás aquí! ¡DÉJAME EN PAZ POR UN MOMENTO, MALDITA SEA! —quito con brusquedad las lágrimas que se deslizaban por mis mejillas.

Él se queda mirándome estupefacto, para luego asentir con lentitud, y antes de que se girara pude notar con sus ojos se cristalizaban y su agarre se afianzaba más al volante, marchándose segundos después.

Suspiro profundamente y minutos después llego a casa. Aún con el cosquilleo creciente en mi pecho, dejo las cosas en mi habitación y le envío un mensaje a Lucas, avisándole que no podré ir. Me meto al baño para tomar una ducha caliente, tal vez eso me calme.

~(...)~

El vibrar de mi teléfono hace que despierte, levanto la cabeza abriendo los ojos lentamente. Los párpados me pesan y la espalda me duele como un demonio, todo porque me quedé dormido en el escritorio tratando de terminar los deberes que me faltan entregar, ni siquiera cené.

—Te ves como muerto —dice mamá en un tono burlon.

—Muy graciosa... —con cansancio, me empiezo a preparar un pan con queso.

Duke ladra, haciendo que voltee en su dirección, notando que está todo lleno de tierra.

—Ya había tardado mucho —me quejo en un suspiro.