-ꜱᴇɪꜱ ᴍᴇꜱᴇꜱ ᴅᴇꜱᴘᴜÉꜱ
La alarma sonaba, pero dejé que se activará la función de repetición.
Volvió a sonar. Dos veces, tres, cuatro....
La opción de apagarla me parecía muy tentadora,
sobretodo porque hacía pocas horas que había conseguido dormirme, tras pasar toda la noche dando vueltas.Abrí los ojos. Apenas un poco.
No tenía ningún tipo de necesidad de poner esa alarma. Las vacaciones de navidad de la universidad habían empezado hacía dos días y tenía dos semanas por delante para levantarme cuando me viniera en gana.
Pero la noche anterior, durante un ataque de productividad,había decidido que no podía seguir vagueando todo el día y que era hora de hacer algo mas que ver series y comer chucherías.
Sin embargo,ahora esa me parecía la idea más pésima del mundo.
Opté por levantarme, pese a que todo mi cuerpo me gritaba que no lo hiciera.
Y justó cuando puse un pie en el suelo, comencé a escuchar unas patitas acercándose hacia mi.
No pude evitar sonreír.
Ayrton, el Border Collie que había adoptado, y que ya consideraba mi mejor amigo,corría decidido y con la la lengua fuera hacia mi dirección.
Decidí adoptar un perro tras las numerosas charlas de mis psicóloga sobre los beneficios qué traía adoptar un perro. Y fue la mejor decisión que pude haber tomado.
Así que ahora tenía una bola peluda que me seguía allá donde fuera y que me llenaba la casa de pelusas.
Solté una risita mientras se abalanzaba sobre mi y me llenaba la cara de babas
-¿Tienes hambre bonito?-Le pregunté mientras le acariciaba la cabeza.-Como si me fueras a responder.
Soltó un gruñido ofendido como si hubiera entendido aquello último y me pegó otro lametón en la cara.
Me aparté como pude y me puse en marcha hacía el baño. Obviamente seguida por Ayrton.
Necesitaba espabilarme y limpiar las legañas que cubrían mis ojos y que impedían que los abriera más allá de la mitad. Por lo que me lavé la cara con agua fría
Al levantar la cabeza me topé con mi reflejo en el espejo. Las ojeras se daban paso notoriamente bajo mis párpados y a decir verdad, tenía una cara de mierda esa mañana.Cerré los ojos durante unos momentos y me sumergí en uno de esos bucles mañaneros en los que te da por reflexionar sobre tu vida.
Tras "aquella noche", todo había vuelto a cobrar sentido, logré aceptarlo todo y decidí quedarme en San Sebastián.
Pero claramente no fue todo un camino de rosas.
Me hicieron falta numerosas sesiones con mi psicóloga y muchísima paciencia para llegar a dónde estoy. Aunque "aquella noche" había sido un gran comienzo.Un ladrido repentino procedente de mi amigo peludo, me hizo volver a normalidad.
Resulta qué casi me había vuelto a dormir sentada en la tapa del retrete y ahora volvía a tener la boca llena de babas
Me invadió una inmensa lástima por mi perro.
-pobre Ayrton, lo que has tenido que presenciar.- le dije a mi perro mientras lo acariciaba.
Tras volver a lavarme la cara, volví a mi habitación para cambiarme con el fin de correr un poco y dar el paseo matutino de Ayrton, que ya empezaba a mirarme con ojos de corderito para que lo sacará de una vez.
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ᴛᴜ, ʏᴏ ʏ ʟᴀ ʟᴜɴᴀ; Robin Le Normand
RomanceVera vuelve a San Sebastian tras pasar mas de 2 años en Londres para tratar de olvidar los fantasmas de su pasado, al llegar al mirador al cual solía ir para despejar su mente, no puede reprimir las lagrimas y comienza a llorar, pero se percata de q...