Allí estaba frente a la puerta del gimnasio que tenía dentro la piscina, después de varias veces de evitar ir.
Pero Tanjiro siempre se sobre exigía más que los demás, no negaría su ayuda si era necesaria. Tenía que enfrentar esto de forma madura, además, por más avergonzado que esté, esa situación podía pasarle a cualquiera, no es como si dos hombres no pudieran ver sus cuerpos de manera accidental. En el baño podría pasar también en los orinales, ¿No?
Era completamente normal, no hay nada de malo.
Tal vez lo único raro de la situación es que cada vez que ve a Rengoku, no puede evitar sentirse extrañamente emocionado. Y a eso si tiene que buscarle una solución y pronto.
Abrió la puerta frente a él, sabía que estaba unos diez o quince minutos tarde, así que cuando entró ya todos estaban estirándose para poder ingresar a la piscina, no sin antes mojarse con la ducha pública para evitar los choques de temperatura.
Y allí estaba Rengoku, con el traje de baño ajustado y el torso descubierto, justo como los demás. El único que tenía una chaqueta puesta de entrenamiento era Tomioka, de hecho su contextura era más delgada y elegante a diferencia de Rengoku, que era mucho más viril y masculino.
Tanjiro entró con su uniforme y su vendaje desviando la vista tratando de ocultarla y dirigiéndose hacia la persona con la que tenía mayor confianza, su senpai, que estaba apartado de los demás. El peli burdeos al llegar con Tomioka no pudo evitar iluminar su mirada, pues le causaba gran alegría siempre el disfrutar de la compañía silenciosa del mayor, haciendo que pudieran conversar de manera fluida... O al menos por parte de Tanjiro, quien era casi siempre el único que hablaba.
Dicha alegría fue notoriamente percibida por Rengoku, que se encontraba estirando junto a los demás tratando de dar consejos útiles sobre cómo hacerlo. Esto, hasta que vio al peli burdeos sonreír y entornar sus ojos viendo a Giyuu, el líder del club y su compañero. No pudo evitar sentir un nudo en el estómago, "¿Por qué?" Pensaba Kyojuro "¿Por qué el joven Kamado le regala su felicidad tan fácilmente?". Ese pensamiento lo dejó atónito por unos instantes, hasta que algo lo superó. Se había percatado de la herida de Tanjiro.
Quería acercarse.
Por todos los Dioses y Buda, necesitaba acercarse.
Pero algo lo detenía. Era el recuerdo de ayer, no podía sacárselo de la cabeza. Kyojuro se siente extraño, lo sabe.
Sabe reconocer lo que tiene porque la primera vez que lo sintió fue con Kanroji Mitsuri, su linda Kohāi.
Hacía muchos años, en su ciudad natal a las afueras de Tokio, cuando Rengoku era un pre-adolescente, asistía a un dojo cerca de su casa que pertenecía a su familia. Éste lo lideraba su padre como un hobbie, ya que su oficio era atender las extensas tierras que posee.
Su padre era y es un buen hombre, pues gracias a él Kyojuro le debe todo, especialmente respeto. Su madre desde niño lo mimaba con mucho cariño y amor, pero su padre se encargaba de heredarle las costumbres y el honor de su familia. El dojo era para su padre y para Kyojuro un lugar sagrado, pues desde pequeño presenciaba como su padre era el héroe de algunos niños de zonas alejadas cuyas historias eran complicadas. Estaba por ejemplo Obanai Iguro, que un día su padre lo trajo a vivir con ellos cuando tenía 8 años y lo acogió como si fuera parte de su familia. Otra historia era también la su mejor amigo Tengen Uzui, con una historia tan compleja pero que tenía lazos especiales con la familia Rengoku. Por otro lado, estaba Mitsuri, una joven de una familia modesta pero que tenía problemas gracias a su fuerza, haciendo que pudiera descubrirse a sí misma dentro de las artes marciales.
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Nuestra "En otra vida". [KyoTan]
Fanfiction꧁ ɴᴏ ᴇꜱ ʟᴀ ɴᴇᴄᴇꜱɪᴅᴀᴅ, ꜱɪɴᴏ ʟᴀ ᴄᴀꜱᴜᴀʟɪᴅᴀᴅ, ʟᴀ Qᴜᴇ ᴇꜱᴛÁ ʟʟᴇɴᴀ ᴅᴇ ᴇɴᴄᴀɴᴛᴏꜱ. ꜱɪ ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴅᴇʙᴇ ꜱᴇʀ ɪɴᴏʟᴠɪᴅᴀʙʟᴇ, ʟᴀꜱ ᴄᴀꜱᴜᴀʟɪᴅᴀᴅᴇꜱ ᴅᴇʙᴇɴ ᴠᴏʟᴀʀ ʜᴀᴄɪᴀ Éʟ ᴅᴇꜱᴅᴇ ᴇʟ ᴘʀɪᴍᴇʀ ᴍᴏᴍᴇɴᴛᴏ. ꧂ - ʟᴀ ɪɴꜱᴏᴘᴏʀᴛᴀʙʟᴇ ʟᴇᴠᴇᴅᴀᴅ ᴅᴇʟ ꜱᴇʀ. Dicen que aquellos que no conocen la histor...