CAPÍTULO 6

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⚠ Advertencia: Escena explícita.

Si había un momento para arrepentirse, era ese

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Si había un momento para arrepentirse, era ese.

Sostenía el traje de baño con sus manos mientras veía el agua, antes quizás no le hubiera molestado pero después de unos días de sobrepensarlo, quizá aún estaba a tiempo para cambiarse de club.

¿Cómo terminó en esa situación? No recordaba ni con qué palabras Kyojuro lo animó a unirse, tenía la mente completamente nublaba justo como ahora mismo. Si aceptaba esto, vería a sus compañeros en trajes menores. No es como si no supiera que hay debajo de una camisa, el ha visto a los hombres en los saunas también. Pero ahora se trataba de su querido Senpai, cuyo única piel que muestra es su rostro y manos. Y ahora también se trataba de Rengoku, no sabía que hacer.

Tanjiro se dirigió hasta los vestidores, decidido a... ¿Retroceder? Espera, no. Tanjiro es el hermano mayor. ¿Qué valores les estaría enseñando a su familia si se retracta de su decisión? Él es responsable, no podía defraudar las expectativas que tienen los demás sobre él. No puede retirarse, tiene que controlarse.

Quizá la mejor manera de afrontar esto es no sobrepensarlo, solo vivirlo y cumplir con su obligación por su familia, pues tener más experiencia en la natación haría que pudiese enseñarle luego a sus hermanos. Si, estaba decidido. Lo haría lo mejor que pudiese por ellos.

Al entrar a los vestuarios de hombres, fue recibido con un gruñido por un chico de su misma clase de peinado rebelde rapado en los costados, pero con quien nunca había coincidido debido a que siempre se alejaba de los demás.

— ¡Genya-san! —se emocionó Tanjiro— Así que estás en este club, ¡Me alegra mucho!

— ¿Qué te alegra? —respondió tajante— No somos amigos.

— Eh... —Tanjiro se quedó pensativo por un momento—, pues, somos compañeros y ahora podemos ser amigos. —respondió con una sonrisa de lado a lado.

— No quiero ser tu amigo, piérdete. —la sequedad y la molestia en su mirada no fue desapercibida por Tanjiro.

Pero Tanjiro no se rendiría, Genya a pesar de ser tan joven desprendía un constante aroma a dolor, por lo que Tanjiro quería hablarle y animarlo un poco. Tal vez así comprendería un poco más, ya que el peli burdeo no culpaba ni le molestaba en lo absoluto su mal trato, sabe que no es nada personal. Y Tanjiro pensaba y pensaba, ¿Cómo podría hacerlo su amigo...?

— ¡Ya sé! —Tanjiro casi gritó con un aura brillante a su alrededor— ¡Te reto a una vuelta en la piscina!

— ¡¿Ah?! —Genya se sacó de onda.

— ¡Si yo gano, me cumplirás un deseo! —Tanjiro sonreía.

— Yo no quiero nad... —al voltear, Genya vio al de ojos rojizos sonreír tan ampliamente, que era casi imposible dudar de sus buenas intenciones, además, ambos estaban muy temprano y particularmente el se encontraba muy nervioso, tal vez le serviría calentar un poco—, bien, está bien.

Nuestra "En otra vida". [KyoTan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora