¿Puedo pasar por tu balcón? | JoongDunk

capítulo 1

Dunk condujo hasta su departamento con absoluta tranquilidad, confiando en que Fourth pasaría una noche tranquila.

subió por el elevador hasta su piso, el número diecisiete. mientras guardaba en su bolso las llaves de su auto se percató de dos aterradores hechos.

no estaban las llaves de su departamento, ni estaba su celular.

— esto no me puede estar pasando. — comenzó a reír, revisando pacientemente su bolso una vez más. — ¿con qué cara te diré que cuidaré de ti, Fourth, si acabo de dejarme a mí mismo sin un techo e incomunicado?

las puertas del elevador se abrieron. salió y caminó con lentitud por el pasillo, pidiéndole a todos los santos que hubiera dejado su puerta sin seguro.

al enfrentarse a su puerta, se dió cuenta de lo obvio, estaba con llave, porque él se aseguró de eso antes de ir a visitar a Fourth.

— espero estés despierto, amigo. — manifestó en voz alta. — o entraré por tu ventana para recuperar mis llaves y mi celular.

se devolvió sobre sus pasos hasta el elevador, considerando que el destino acababa de golpearlo en la cara.

— ¿cómo que "fuera de servicio"? — Dunk leyó las letras naranjas que se mostraban en la pequeña pantalla en la parte superior de la puerta. — lo acabo de utilizar.

¿o el ascensor falló mientras estaba dentro, cayó, murió, y ahora era un alma en pena?

podía utilizar las escaleras, y bajar los diecisiete pisos. el simple pensamiento lo hizo reír, ¿qué demente haría eso?

mientras meditaba sus opciones, la puerta de la escalera de emergencia se abrió, mostrando a una persona que veía todas las mañanas y todas las noches, desde que llegó a vivir ahí.

su vecino. el hombre que vivía en el departamento a un lado del suyo.

¿cómo se llamaba?, ¿John?, ¿Juan?

se lo preguntaría después, pues la ampolleta acababa de encenderse en su cabeza. tenía una gran idea.

— vecino, — lo saludó, sintiendo que podría besarlo por la alegría de verlo. — buenas noches.

— buenas noches. — saludó el moreno, mirándolo con extrañeza.

Dunk pensó, que él debería verlo de esa forma. pues fue su vecino quien subió todos esos pisos por las escaleras.

los jóvenes y sus buenas articulaciones.

— sé que no somos cercanos, — Dunk comenzó a caminar junto con el otro por el pasillo. — de hecho, creo que esta es la primera vez que nos decimos algo más que "buenos días", "buenas tardes", o "buenas noches".  — sonrió, porque aquello le resultaba divertido. — pero, necesito tu ayuda.

— ¿en qué crees que puedo ayudarte? — quiso saber su vecino.

— en resumen, olvidé las llaves del departamento y mi celular, en casa de un amigo. — explicó. — quería preguntarte, ¿puedo pasar por tu balcón?

el hombre lo miró como si fuera un estúpido. — ¿qué acabas de decir?

— necesito pasar por tu balcón, para llegar al mío. — continuó explicando. — nuestros balcones están cerca uno del otro, cruzo, y entro por el ventanal, siempre olvido ponerle seguro. no hay de qué preocuparse.

— ¿eres consciente de los metros que dividen un balcón del otro? — le preguntó.

no, no lo sabía. pero podía fingir que sí.