¿Puedo pasar por tu balcón? | JoongDunk

capítulo 8

Joong despertó atrapado entre los brazos de Dunk. — ¿me podrías soltar un poco, pequeño pulpo? — le habló, pero el otro solo se quejó. — Dunk. — intentó una vez más.

el más bajo simplemente siguió durmiendo. así que sus intentos por removerlo para despertarlo, se convirtieron en caricias en su cabello.

Dunk era aún más lindo dormido. le gustaba un poquito más cuando no intentaba ponerlo nervioso.

mentira, le gustaba en todas sus facetas.

— Joong, ¿por qué te mueves tanto? — se quejó el otro. — no me dejas dormir.

— te veo muy cómodo, mientras exprimes mis pulmones con tu abrazo. — suspiró Joong, para terminar quejándose porque Dunk lo abrazó un poco más fuerte.

— no es mi culpa que seas así. — murmuró.

— ¿así cómo? — quiso saber, respirando hondo cuando Dunk lo soltó un poco, sin quitar su brazo de su cintura.

— así, blandito. — le contestó, acomodando su cabeza en su pecho. — eres blandito.

— ¿gracias? — rió Joong. — le haré saber tu opinión a mi entrenador del gimnasio, sobre que estoy blandito.

— hablas tanto, Joong, y yo solo quiero dormir. — se quejó. — eres un blandito ruidoso.

— tú eres muy conversador estando medio dormido. — comentó, acariciando su cabello.

— Joong, te voy a callar a besos si sigues hablando. — suspiró Dunk.

Joong se quedó en silencio. se estiró para ver a Dunk, quien dormía plácidamente.

era un descarado hasta en sueños.

— 🏢 —

Dunk escuchaba que alguien lo llamaba, ¿por qué no lo dejaban dormir un domingo por la mañana?

— Dunk, es pasado mediodía. — Joong le hablaba suavemente. — encontré un restaurante con buenas reseñas, para que vayamos a almorzar.

se dió vuelta en la cama, dándole la espalda al otro. — no puedo cambiarme, no estoy en mi departamento.

— el encargado ya me trajo tus llaves. — le informó, obligándolo a voltear para verlo a la cara. — me agradeció por mi amabilidad al recibirte.

Dunk lo atrajo hacia él, sujetándolo por la nuca, sorprendiendo al moreno. — déjame compensar esa amabilidad.

antes de que hiciera algún comentario, le dió un corto beso, sonriendo al verlo sonrojado.

— te coloco nervioso muy rápido, vecino. — lo molestó.

— tú comienzas a ser un atrevido desde muy temprano, Dunk. — lo regañó, pero no intentó alejarse. — ve a arreglarte, para ir a almorzar.

— ¿soy yo el atrevido? — preguntó. — tú eres quien me está invitando a almorzar.

— ¿qué tiene de atrevido eso? — frunció el ceño.

— cuando alguien te invita a almorzar, es porque quiere convertirte en el postre. — le contestó, observando como Joong cada vez se tornaba más pálido.

— no te invité c-con esas intenciones. — Joong intentó alejarse, pero Dunk pasó sus brazos por sobre sus hombros.

— entonces, ¿tú serás mi postre, vecino? — sonrió.

— no sé qué responderte, ¿cómo es eso de que me quieres comer? — titubeó Joong.

Dunk rió, acercándolo para dejarle varios besos en la mejilla. — realmente estás muy oxidado en lo que es coquetear.