capítulo 4

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Dunk estaba derrotado esa noche, no tenía otra palabra para definir cómo se sentía, mientras entraba en el elevador de su edificio. 

luchó todo ese sábado por proteger su cámara, ya fuera de las manos de Fourth o de las garras destructivas de los niños que fueron con sus padres a ese matrimonio.

— voy a dormir hasta el lunes. — suspiró, recargándose contra la pared.

al entrar en su departamento, dejó las llaves y su celular sobre el recibidor. después, acomodó con cuidado su bolso sobre el sofá.

entró a la cocina, notando de inmediato que no había sacado la basura. si pretendía entrar en coma durmiendo, no quería que lo interrumpiera algún mal olor proveniente del basurero.

le hizo un nudo a la bolsa negra, la sacó, y salió caminando tranquilamente del departamento, hasta el final del pasillo, para dejar la bolsa caer por el ducto que llegaba al basurero en el primer piso.

— listo. — se felicitó a si mismo, retornando sobre sus pasos, casi arrastrando los pies.

no tenía energías para nada.

su espíritu en esos momentos era el de un señor mayor jubilado.

caminó hasta su puerta, la intentó empujar con su hombro, pero solo terminó golpeándose con ella, ¿en qué momento se había cerrado?

no puede ser. de tanto que Fourth lo regañó por hacerle esos comentarios a su casi novio zodiacal, lo había maldecido.

recargó su frente en la fría superficie, preguntándose cómo lograría entrar. con lo agotado que estaba, esa noche no lograría pasar por el balcón de Joong, si es que aparecía.

¿tendría turno en el hospital? no lo recordaba.

podría llamarlo para preguntarle, pero su celular estaba junto a sus llaves en su recibidor, el cual estaba en el interior de su departamento, al que no podía entrar porque su puerta estaba cerrada.

al voltear con intenciones de ir a solicitarle al encargado una copia de su llave, se encontró con Joong, quien lo miraba con cierta curiosidad.

— ¿puedo suponer que tu aire de derrota es porque volviste a quedarte fuera? — le preguntó.

Dunk asintió. — no sé cómo se logró cerrar la puerta, no recuerdo que una ventana estuviera abierta como para hacer una corriente de aire. — intentó explicar.

— creo que eres una persona con mala suerte. — Joong le sonrió. — y lo digo con certeza, porque el encargado se despidió de mí antes de subir por las escaleras. si bajas, te encontrarás con el vacío.

— estupendo. — Dunk miró a su vecino a los ojos. — ¿puedo dormir contigo esta noche?

Joong se colocó de todos los colores posibles en cuestión de segundos. — ¿dormir c-conmigo?

— sí. — fingiendo tranquilidad, acortó un poco la distancia entre ellos. — ya sabes, en tu departamento. — Dunk observó al moreno relajarse. — ¿o pensabas compartirme un lado de la cama? — sonrió.

Joong con torpeza abrió la puerta, perdiéndose en el interior de su departamento. Dunk consideró como lo aceptó como visita al ver que no cerró.

— ¿cenaste? — le preguntó Joong, sin mirarlo.

— no, pero comí bastante en el matrimonio al que fui. — contestó Dunk, cerrando la puerta, para recargarse contra ella. — ¿y tú?

— no he cenado. — murmuró, acercándose a él inevitablemente, porque a su lado estaba el recibidor, en donde acomodó las llaves del departamento. — prepararé algo-

Dunk apoyó sus manos sobre los hombros del otro. — cocinaré para ti, como forma de agradecimiento por recibirme otra noche.

Joong asintió, retrocediendo con rapidez, para huir a su habitación, ¿tan fácil era colocar nervioso al doctor?

— 🏢 —

Joong no entendía cómo Dunk podía ser tan directo con sus intenciones. primero el comentario de ser el novio de su boda, ahora la forma en que le preguntó si podía quedarse a dormir.

lo colocaba nervioso.

tras revisar unos casos, Joong se terminó de colocar su pijama en el momento preciso en que Dunk entró, sosteniendo una bandeja con un plato con pasta y salsa que se veía delicioso, junto a un vaso con jugo.

— lamento no haber golpeado. — se disculpó el otro. — se me dificultó hacerlo por obvias razones. — explicó, mirando la bandeja que sostenía.

— claro, no hay problema. — Joong se sentó en la cama, acomodando la bandeja sobre sus piernas. — gracias por la comida, Dunk

— gracias a ti por dejarme dormir aquí, vecino. — como si estuviera en casa, Dunk se recostó al otro lado de la cama. — ¿cómo estuvo tu día?

Joong comió un poco antes de contestar. — atendí varios niños hoy. ahora que lo pienso debo comprar pegatinas y dulces, para seguirlos premiando por su buen comportamiento durante la consulta.

Dunk sonrió. — definitivamente eres el médico que quisiera que me atendiera.

— si un día te sientes mal, puedo revisarte. — ofreció. — la comida está exquisita, deberías abrir un restaurante.

— se lo he propuesto a Fourth, pero ambos sabemos que es un peligro para él. — sonrió, como si recordara algo gracioso. — no puedo dejarlo cocinar ni ser mesero. quizás podría ser el cajero.

— el restaurante es tu sueño, ¿por qué limitarlo por él? — preguntó con curiosidad.

Dunk acomodó su cabeza en una de las almohadas, ¿pretendía dormir ahí?

— mi sueño siempre fue la fotografía. cocinar es algo que se me da bien según otros, no mi pasión. — aclaró. — Fourth no es ninguna limitación en mi vida, es una especie de motor.

— ¿en serio?

¿el corazón de Dunk pertenecía a alguien, y aún así coqueteaba con él?

— sí. lo presento como mi mejor amigo, pero es casi un hermano. — oírlo decir eso lo tranquilizó. — cuando mi familia me echó a la calle por mi orientación con lo poco que yo tenía, fue él quien me ayudó a recoger mis cosas, y no rompió nada. — bostezó. 

— ¿se arregló tu situación con tu familia? — preguntó, sin saber si debía hacerlo.

— no, con mis ahorros conseguí este departamento. — contestó, cerrando sus ojos. — no he vuelto hablar con ellos desde entonces, no tengo nada que decirles. mi familia es Fourth, él nunca me ha dado la espalda, ni me ha juzgado. ellos sí.

Joong no sabía cómo cambiar el tema. no quería que Dunk pensara que no le importaba, pero comenzaba a verse incómodo con la conversación.

— Fourth suena como un sujeto increíble.

— lo es. — corroboró Dunk, sonriendo. — será torpe, pero cuida a las personas que quiere con todo su corazón.

al terminar de comer, sosteniendo una interesante conversación sobre aquél descuidado chico que era el mejor amigo de Dunk, Joong se dijo a si mismo que no podía ser otra persona que el Fourth de quien Gemini estaba enamorado.

— iré a dejar esto a la cocina. — avisó a Dunk, pero no le respondió. — ¿Dunk?

el más bajo dormía tranquilamente en su cama. Joong le quitó las zapatillas, lo cubrió con una manta, y apagó la luz, dejándolo dormir mientras él iba a lavar lo que ensució.

¿Puedo pasar por tu balcón? | JoongDunkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora