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Sanemi Pov's

T/n salió del salón dejandonos a mi y a Ichigo solos.

- Ven conmigo

Comencé a caminar directo al cuarto de juegos, en dónde habían varias mesas de juegos.

Me acerqué a la de billar y tomé dos palos, le di uno a Ichigo quién lo tomó sin entender. Preparé la mesa para comenzar la partida.

- Ichigo la vida es como una partida de billar - Me posicione a un extremo de la mesa - No se trata de golpear una bola para hacerla entrar en el hoyo - Tomé la bola blanca - Para eso tienes a esta que hará el trabajo por ti - Puse la bola en la mesa y golpeé con fuerza en el triángulo haciendo que dos entraran.

Me acerqué y saqué ambas bolas, una lisa y una rayada.

- Una vez que la partida comienza, tienes que decidirte por un bando, rayadas o lisas. Una vez que elijas un bando, no puedes cometer la equivocación de golpear una bola del otro. Podrías perder.

Coloqué las bolas dónde estaban y volví a golpear la blanca haciendo que una lisa entrara

- A veces, sólo naces de un bando y no puedes hacer nada más. No tienes elección, así que tienes que conformarte y jugar para ganar.

Golpeé otra vez la bola blanca, está vez sin meter ninguna pero dejando una bola rayada frente al oyo, detrás de esta una lisa y detrás la blanca.

- Dime querido Ichigo, ¿que harás? Si tocas una mía podrías perder, pero si lo haces, podrás meter una de tus bolas. - Lo miré espectante

El tomó el palo y disparo en otra dirección dándole a una de las rayadas dejándola a punto de entrar.

- Hay algunos tiros que sientes que no sirven para nada, pero lo que no sabes es que más adelante pueden ayudarte.

La partida continuó, ya sólo quedaban dos rayadas y la ocho en la mesa.

- En el momento de la verdad es cuando te aseguras de que los lazos que hiciste en el camino, son reales, o falsos.

Ichigo disparó metiendo la bola blanca

- En ocasiones, tu mismo tienes que hacer las cosas - Tomé la bola y la acomodé frente al ocho - Porque si no, existe la posibilidad de que te traicionen - Disparé y ambas bolas, tanto la negra como la blanca entraron - Y pierdas la partida.

Ichigo se quedó en silencio.

- Escucha Ichigo - puso el palo en la mesa - Aquella vez que golpeé a ese hombre, fue porque quería matar a tu madre - Ichigo se sorprendió - Y nadie se puede meter con tu madre, menos un traidor como lo fue él.

Me recosté un poco en la mesa poniendo el palo sobre mi hombro.

- Si quieres pertenecer a este mundo, tienes que dejar que los trabajos sucios los hagan otros, no puedes tú ponerte en peligro.

- Aquella noche, tu...

- A la hora de la verdad, tu mismo tienes que hacer las cosas. Dime, ahora que sabes que ese hombre quería matar a tu mamá, ¿que piensas?

- Que tenía que morir

- Exacto, si quieres mantener a tu mamá a salvo, no puedes ponerte en peligro tú, porque cuando estes en peligro, los primeros que saltaremos a tu rescate, seremos nosotros, créeme.

- Quiero aprender a usar una de esas - Señaló otro extremo de la habitación, dónde habían varias katanas puestas en la pared

- Si claro, para que vayas rebanando al primero que bote basura en el suelo.

- Bueno, una de esas - Apunto la pistola qué descansaba en mi costado

- No Ichigo, no usaras ningún arma hasta que entiendas lo que te acabo de decir, madures y dejer de actuar como si fueras él dios del mundo.

Finalicé para salir de la habitación empujándolo fuera y cerrando con llave la puerta detrás de mi, ahora tengo que asegurarme de mantener las armas lejos de su vista.

Ichigo se fué a su habitación y yo en busca de T/n que la encontré entrando a la casa

- ¿de dónde vienes? - Ella se detuvo y me miró

- De mi revisión mensual con Shinobu, y ahora voy a resorver unos asuntos - Parecía algo distraída.

- Tenchi, ¿estas bien?

- No... ocurrió algo...

《《¤~¤》》

- ¿Diez mil armas? ¿Para que quiere ese cabron diez mil armas? - Apreté los puños.

- Para que va a ser Sanemi, para asesinarnos a todos como unas malditas cucarachas - Dijo alterada - Te dije que no había que darle oportunidad - Me fulminó con la mirada

Estaba sorprendido

- Voy a llamar a todos, inmediatamente nos pondremos en marcha para-

- No - Me interrumpió - Estuvimos investigando Genya y yo y descubrimos un lugar donde hubo movimiento reciente de él. Al parecer es uno de sus escondites en Akihabara. Esta noche iremos Genya, Inosuke, Zenitu y yo. - Lo confiada que se veía me hacía enojar.

- Espera T/n, ¿no crees que esto es demaciada coincidencia? Ya tu lo dijiste, llevamos años sin saber de él y que de la nada esté dejando rastros.

- Porque nos pusimos a investigar Sanemi.

- Oh tal vez solo quiere que lo encuentren, no puedes ir ahí está noche - Le dije serio

- Está es mi misión Sanemi - Gritó

- ¿Sabes qué? ¡ve! ¡Has lo que quieras! Después no iré a salvarte - Comencé a alejarme molesto

- No te pedí que lo hicieras - La escuche gritar

Ahh maldita sea!

T/n pov's

Maldita sea, ¿que se creía ese cabron para darme ordenes? Llevamos años escondiendonos de ese maldito, no voy a dejar que siga teniendonos en suspenso de cuando puede atacar y cuando no. Encontré una pista y la usaré para acabar con ese maldito.

- Bien, ¿todo listo? - Guardé mi arma en un costado de mi cinturón

- ¡Si! - Dijeron Inosuke y Genya

- ¡No! - A la misma vez que Zenitu decía.

- Venga, no seas un cobarde, todos sabemos de lo que eres capaz.

Nos subimos en el auto y fuimos rumbo al lugar, ya era el momento, por fin se iba a cumplir lo que había soñado tantas noches, por fin iba a acabar con ese maldito.

- Ya llegamos - Dijo Genya, quién conducía

Nos bajamos del auto y cargamos nuestras armas

- Bien, ya saben el plan, yo y Genya cubriremos el frente, ustedes cubran detrás - Le hablé a Inosuke y Zenitu quienes asintieron y se pusieron de espalda a nosotros, el rubio temblando un poco.

Entramos con felicidad al lugar ya que no habían guardias, unas voces hicieron eco.

- Es Gompanchiro - Dijo Inosuke

- Si, y esta hablando con alguien más - Susurré y fuimos en dirección a dónde estaban las voces.

- Vienen de aquí dentro - Susurró Genya pegando la oreja en la puerta

Cargamos nuestras armas, nos miramos entre nosotros y después de mi señal, Inosuke pateó la puerta abriéndola.

Inmediatamente apuntamos a todos lados.

- ¡Levanta las putas manos! - Caminé hasta la silla que quedaba de espalda a nosotros y la giré - ¿que mierda? - sobré está había una grabadora reproduciendo la voz de Tanjiro. - Mierda es una trampa

Cuando quisimos salir la puerta se cerró.

- Cayeron en la trampa cono sucias ratas - Dijo una voz en un tono burlón desde el otro lado. - Ahora, duerman un poco - Un gaz comenzó a salir del conducto de ventilación.

- ¿pero que...?

Todo se volvió negro

Síndrome de estocolmo //Sanemi Shinazugawa x Lectora\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora