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El viento golpeaba mi rostro, las estrellas adornaban el cielo y la hermosa luna alumbraba el gran jardín.

Un disparo se escuchó a unos metros de mí, caminé en esa dirección y encontré a Genya disparandole a unas dianas.

Parecía molesto. Disparaba una y otra vez cargando el arma con velocidad.

- Wow - se me escapó

Genya se detuvo y volteó a verme.

- T/n... - Guardo su arma en un costado de él y caminó hasta quedar a mi lado

- Eres increíble con eso Genya - Le dije y el rascó su nuca.

- Bueno, cuando no sabes hacer nada más te esfuerzas por mejorar lo que sabes. - Sonrió y yo miré las dianas.

Estaban llenas de agujeros, marcas de bala.

- Esto... nunca has disparado una, ¿no? - Preguntó nervioso y yo negué

- No, solo se usar la katana, y apenas - Bromee riendo

- Y... ¿no quieres aprender? digo, estaría bien que supieras como disparar

Yo asentí energeticamente.

- Eso sería genial.

Genya me prestó su arma y la sujeté con ambas manos.

- Bien, no pongas el dedo en el gatillo hasta que vayas a disparar - Dijo y obedecí - Separa las piernas hasta el ancho de tus hombros.

Se puso detrás de mi y separó un poco mis piernas acomodandolas.

- Pon tu mano izquierda en el guardamanos - Coloqué mi mano - Apunta con el codo hacia afuera un poco, sólo un poco

Hice caso y el se hecho un poco hacia atrás

- Bien, dispara

Le obedecí y disparé, retrocedí un poco. Una vez más, volví a retroceder.

Mis oídos pitaban así que me detuve. Genya sujetaba mi espalda baja ya que había retrocedido unos pasos.

- Eso es T/n, lo haces increíble - Genya me felicitó y le devolví el arma - Si seguimos practicando de aquí a una semana estaras lista para disparar.

《《¤~¤》》

- Vaamos Ichigo, tienes que entrar - Sujetaba el pequeño brazo de Ichigo mientras hacía algo de fuerza en mi dirección

- No má, ¡no quiero ir a la escuela! - se soltó de mi mano y corrió a abrazarse de los pies de Genya quién miraba todo expectante.

Suspiré con frustración y pase mis manos por mis recién cortado cabello.

- Escucha pequeño, tienes que ir a la escuela y aprender a escribir, leer, a sumar a restar y muchas cosas más

- Peero má... - De sus ojitos comenzaban a salir lágrimas

- Además, harás muchos amiguitos - Sonreí intentando convencerlo pero éste negó con la cabeza.

- no quiero conocer a nadie, ya tengo muchos amigos, tengo a Kiiromaru, al tío Genya, al tío Tokito y a Dada. - Finalizó la frase y me congelé un poco antes lo ultimo que dijo.

- ¿Dada...? - Genya estaba igual que yo.

Ichigo apenas tenía 5 años, no quería que empezar a visualizar a su padre muerto y terminara internado en un psiquiatra.

- A ver pequeño...

- ¡Que nooo!

Mi paciencia se agotó ante su grito y lo tomé de la mano arrastrandolo dentro de la institución.

Síndrome de estocolmo //Sanemi Shinazugawa x Lectora\\Donde viven las historias. Descúbrelo ahora