Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, contenía la respiración ante aquel hombre que me había descubierto.
-N-no- mi voz antes segura, ahora se entrecortaba- No sé de qué habla- dije en un tembloroso hilo de voz.
Él sonrío, no me miraba. Miraba la llama frente a él.
-Claro que lo sabes-respondió.
Recargue mi espalda sobre la puerta, sentía que en cualquier momento terminaría en el suelo.
-Elsa Arendelle- continúo hablando- primogénita de los Monarcas de Arrendelle, futura reina y portadora de un don que muchos llaman maldición- me miró por fin, la seriedad adornaba su rostro.
No sabía que hacer, ni decir, el miedo me invadió.
-Por lo que escuche de mi hijo, él no tiene idea de quién eres- hizo una pausa sin quitarme la vista de encima- Pero voy a necesitar que seas completamente sincera conmigo si piensas quedarte aquí más tiempo.
No pude contenerme más, un sollozo salió de mis labios y la presión en mi pecho me hizo escupir lo que llevaba conteniendo desde hace tanto.
-Murieron...-solloce- Mamá y papá murieron- trate de detener mi llanto.
Estoico cerro los ojos, volteando un poco la cabeza al lado contrario. No lucia sorprendido, simplemente afligido, muy a su manera.
Paso el dorso de su mano por uno de sus ojos. Y pasos tranquilos, se aproximó a mi ofreciéndome la misma, gesto que acepte. Me guio hasta una de las grandes sillas, sentándose él frente a mí.
Ya no había más sollozos, solo silenciosas lágrimas.
Su mirada se suavizo.
-Lo sé- hablo por fin- y lamento tu perdida.
- ¿Cómo...- tome aire- ¿Cómo sabe tanto?
-Se más de lo que tú sabes Elsa- exhalo- y con el tiempo tal vez te lo diga todo, por lo pronto, necesito saber la verdad del porque estás aquí.
Me quede en silencio, mirando el suelo.
- ¿Huiste? - inquirió.
Lo mire de inmediato al escuchar aquello, no hubo palabra que pronunciar y eso fue suficiente respuesta para él.
- ¿De qué, exactamente? - siguió cuestionando.
Tenía que hablar, no había manera de escapar esta vez, de evadir. Si él sabía tanto de mi familia y de mí, cualquier mentira que pronunciara fácilmente podría detectarla, estaba acorralada.
-De lo que usted llama "casa"- respondí, sujetándole la mirada- ese lugar era más una celda, siempre lo fue.
El nudo en la garganta no desaparecía, sentía que se hacía más grande cada que la conversación avanzaba.
-Conocí a tus padres. Ellos te adoraban, a ambas.
Sonreí con rabia.
-Claramente no los conoció del todo- mi cabeza vagaba, al recordar lo que había vivido- Me querían, de eso no había duda...
Tragué saliva.
-Pero era más su temor que su cariño.
Estoico escuchaba.
-Siempre creí que lo que hacían era para protegerme, hasta que me di cuenta de que lo que trataban de hacer era proteger al resto- miré mis manos- sobre todo a ella...
- ¿Anna?
Asentí.
-Si lo que le preocupa es que me estén buscando, no es así...

YOU ARE READING
DEAR NIGTH...
RandomDos almas heridas. Tratando de encontrar la cura en alguien más. Él destino los llevo a encontrarse, esperando que juntos puedan sanar. Pero con el amor viene la perdida algo que ellos no están dispuestos a enfrentar, porque ya han perdido mucho ¿Ac...