CAPITULO IX

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Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, contenía la respiración ante aquel hombre que me había descubierto.

-N-no- mi voz antes segura, ahora se entrecortaba- No sé de qué habla- dije en un tembloroso hilo de voz.

Él sonrío, no me miraba. Miraba la llama frente a él.

-Claro que lo sabes-respondió.

Recargue mi espalda sobre la puerta, sentía que en cualquier momento terminaría en el suelo.

-Elsa Arendelle- continúo hablando- primogénita de los Monarcas de Arrendelle, futura reina y portadora de un don que muchos llaman maldición- me miró por fin, la seriedad adornaba su rostro.

No sabía que hacer, ni decir, el miedo me invadió.

-Por lo que escuche de mi hijo, él no tiene idea de quién eres- hizo una pausa sin quitarme la vista de encima- Pero voy a necesitar que seas completamente sincera conmigo si piensas quedarte aquí más tiempo.

No pude contenerme más, un sollozo salió de mis labios y la presión en mi pecho me hizo escupir lo que llevaba conteniendo desde hace tanto.

-Murieron...-solloce- Mamá y papá murieron- trate de detener mi llanto.

Estoico cerro los ojos, volteando un poco la cabeza al lado contrario. No lucia sorprendido, simplemente afligido, muy a su manera.

Paso el dorso de su mano por uno de sus ojos. Y pasos tranquilos, se aproximó a mi ofreciéndome la misma, gesto que acepte. Me guio hasta una de las grandes sillas, sentándose él frente a mí.

Ya no había más sollozos, solo silenciosas lágrimas.

Su mirada se suavizo.

-Lo sé- hablo por fin- y lamento tu perdida.

- ¿Cómo...- tome aire- ¿Cómo sabe tanto?

-Se más de lo que tú sabes Elsa- exhalo- y con el tiempo tal vez te lo diga todo, por lo pronto, necesito saber la verdad del porque estás aquí.

Me quede en silencio, mirando el suelo.

- ¿Huiste? - inquirió.

Lo mire de inmediato al escuchar aquello, no hubo palabra que pronunciar y eso fue suficiente respuesta para él.

- ¿De qué, exactamente? - siguió cuestionando.

Tenía que hablar, no había manera de escapar esta vez, de evadir. Si él sabía tanto de mi familia y de mí, cualquier mentira que pronunciara fácilmente podría detectarla, estaba acorralada.

-De lo que usted llama "casa"- respondí, sujetándole la mirada- ese lugar era más una celda, siempre lo fue.

El nudo en la garganta no desaparecía, sentía que se hacía más grande cada que la conversación avanzaba.

-Conocí a tus padres. Ellos te adoraban, a ambas.

Sonreí con rabia.

-Claramente no los conoció del todo- mi cabeza vagaba, al recordar lo que había vivido- Me querían, de eso no había duda...

Tragué saliva.

-Pero era más su temor que su cariño.

Estoico escuchaba.

-Siempre creí que lo que hacían era para protegerme, hasta que me di cuenta de que lo que trataban de hacer era proteger al resto- miré mis manos- sobre todo a ella...

- ¿Anna?

Asentí.

-Si lo que le preocupa es que me estén buscando, no es así...

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⏰ Last updated: Jul 30 ⏰

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