The Prince in the Tower || Traducción.

XIV

Hace más de un día, los seguidores de Padre se habían reunido en el Piso 43 alrededor de un santuario dedicado a él, un santuario que había sido construido recientemente. Entonces, de repente, de la nada, un hombre apareció en el cielo, irradiando un poder increíble como nunca antes se había visto.

Se decía que el nombre de ese hombre era Enryu.

Él advirtió a los seguidores de Padre que se fueran o se enfrentarían a la muerte, y cuando algunos intentaron luchar contra él, los derribó fácilmente como si no fueran nada. En respuesta a esto, el Guardián del Piso emergió y atacó a Enryu. Lucharon, lucharon - Enryu no murió casi de inmediato como todos los que enfurecieron a los Guardianes. Su batalla devastó todo el Piso. La "lluvia de lanzas" de Enryu había destruido montañas y edificios. Pero finalmente, Enryu lo mató. El Guardián. Eso-... Eso no había sucedido antes. No debería haber sido posible. Ni siquiera Padre podría-

Los Guardianes eran inmortales. Más allá de las habilidades de cualquiera. Bam lo supo especialmente cuando se enfrentó a uno el día que hizo un contrato con él, esa criatura enorme que apareció ante él. ¿Cómo podía alguien ser tan poderoso?

Pero sucedió. Era un hecho. La Hermana Mayor Garam no mintió, y no se lo diría si no estuviera absolutamente segura de que era verdad. La noticia se había extendido por toda la Torre. Todo el mundo habla de ello ahora. Y ahora hay un Guardián muerto. ¿Qué pasará ahora con el Piso 43? La Hermana Mayor Garam no lo sabía, pero dijo con tristeza que dudaba mucho que alguna vez se recuperara.

Enryu desapareció después de matar al Guardián, sin dejar rastro. Nadie sabía a dónde había ido. Es un gran misterio, como todo lo demás sobre él. Pero el Piso 43 estaba en ruinas.

Después de escuchar esta asombrosa historia de la boca de su hermana, Bam se quedó casi atónito por la sorpresa y con un montón de preguntas. Especialmente por otra cosa que Garam mencionó. De alguna manera, logró sorprenderlo aún más, pero esto fue...

Enryu no era un Regular ni un Ranker. Nadie lo había visto ni oído hablar de él hasta ese incidente. Pero ahora se ha confirmado que venía de fuera de la Torre. Headon, el conserje, no lo dejó entrar desde ningún lugar. Él era un forastero que abrió las puertas de la Torre por su cuenta, tal como alguna vez Padre y sus compañeros lo hicieron.

Un Irregular.

Pero, ¿por qué vino aquí? ¿Qu- Qué pudo haberlo motivado a entrar en la Torre, causar un alboroto y luego irse sin decir una palabra más? ¿Por qué mató a todas esas personas? ¿Por qué... por qué tuvo que destruir el Piso?

En algún momento, la conmoción se desvaneció y dio paso a una sensación desagradable que comenzaba a supurar en el pecho de Bam, se sentía podrida y horrible, pero no podía apartarla. Sorprendentemente, le resulta difícil querer hacerlo. La sensación lo hizo apretar los puños y Bam quiso apretar los dientes. No recordaba haberse sentido así antes en su vida. N-No, lo había sentido en el pasado, pero siempre era una presencia débil, nunca tan intensa... tan fuerte...

Bam conocía el Piso 43, entre los fragmentos de información sobre el peligroso exterior que su Padre generosamente le permitió darle. Era un lugar agradable por lo que sabía.

Padre le había dicho que a Madre le encantaba ese piso.

Y ahora... y ahora Enryu había reducido la tierra que Madre había amado a un páramo ardiente. ¿Y para qué? ¿Qué razón podría haber tenido para derramar tanta sangre y traer tanta destrucción a ese lugar a raíz de su batalla con el Guardián? ¿Había siquiera algo que pudiera justificar todo eso? Bam no lo sabía, pero dudaba que lo hubiera.