MADDNES (ℂℍ𝔸𝔾𝔾𝕀𝔼)

𝑀𝑒𝓃𝓉𝒾𝓇𝒶𝓈 𝓎 𝒯𝒶𝒸𝓉𝒾𝒸𝒶𝓈

— ¿Qué es lo que quieres, Alastor? —preguntó la rubia mientras conducía a toda velocidad directo a casa de su hermana, veía de reojo a Vaggie quien se abrazaba a sí misma en el asiento de copiloto, viendo a la nada.

— D.ra Morningstar, Tiene que regresar a la señorita Carmine —su voz sonaba confiada, casi burlona de lo que estaba sucediendo

—Por supuesto que no, sé muy bien cuáles son sus planes y no pienso dejar que la lastimen.

—No sé de qué me está hablando, ella tuvo una crisis atacando a uno de mis enfermeros, ellos solo estaban atendiéndola de la manera más segura.

—Vaggie no es una amenaza —habló apretando más fuerte el volante.

— ¿Vaggie?, desde cuando se dirige a sus pacientes de una manera tan informal?

La psiquiatra percibió algo raro en la llamada

—Escúcheme bien, doctora, tiene una hora para regresar a la chica al hospital, o me veré obligado a llamar a las auto...

Charlie terminó la llamada, supuso que si el director le hablaba de esa manera tan despreocupada y aclamada era porque estaba grabando aquella conversación, terminaría de usarlo como evidencia contra él.

—Maldita sea — musito

—¿A dónde vamos? —preguntó la menor con voz temblorosa.

—A un lugar seguro, no te preocupes

La peli-plata asintió y volvió a hundirse en sus pensamientos. Vio aquellos papeles que Charlie había tomado con tanta urgencia, Tomó uno de los archivos para darle un vistazo.

—¿Qué es todo esto?

—Tenías razón, algo muy malo está pasando en ese lugar.

—¿De qué se trata? —preguntó la joven levantando una ceja con intriga, aun viendo aquellos documentos.

—Al parecer trafican con órganos de los pacientes que asesinan.

La menor la miró con sorpresa y volvió a dejar los papeles en su lugar, como si le diera asco el simple hecho de tocarlos.

Recién pudo caer en cuenta de lo que sucedía, aquellos enfermeros iban a matarla... Pero, ¿Por qué ahora? La mente de Vaggie daba vueltas una y otra vez, había muchas dudas sobre todo aquello, más que nada sobre las razones para hacerlo.

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Llegaron a cuestión de minutos a la casa de Emily, una vez ahí salieron del auto y tocaron la puerta, la hermana menor de Charlie abrió y las dejó pasar.

—¿Qué rayos paso?

— Lo mismo que dije en llamada, tengo las pruebas, pero cuando iba a salir del centro los enfermeros atacaron a Vaggie, no podía permitir que lo hicieran —Emily volteó a ver a la jovencita que se encontraba escondida detrás de su hermana.

Era una joven unos 3 cm más baja que ella.

Mientras que Vaggie escaneaba de pies a cabeza a Emily, notando que no tenía mucha similitud con Charlie

—Es linda después de todo... vengan, vamos a la sala.

La mayor le entregó a Emily los papeles, le comentó sobre aquella llamada al hospital, las inconsistencias en aquellos archivos, la plática con el hombre que había enloquecido y la actitud tan extraña del personal.

—Esto es algo de enormes proporciones, Charlie, si todo esto es verdad, imagina la cantidad de demandas que habrá, será todo un escándalo, sin mencionar todos los problemas que se ocasionarán en el sector de salud y el de derechos humanos, ¿El director del hospital sabe que tienes estos papeles?