El silencio es incómodo, nunca me gustó acercarme a la fogata, pues estaba en un lugar libre, demasiado para mi gusto.
-- Hola -- digo con nervios, logrando que me voz salga seria.
-- Son de quienes te hablé -- me dice emocionado jalando mi mano.
-- ¿Sí? -- le pregunto cuando lo veo sonreírles -- ¿Y quienes son tus nuevos amigos? -- pregunto burlona, conociendo a mi pequeño hijo, ni siquiera preguntó sus nombres.
-- Ellos son... Son... ¿Como se llaman ustedes? -- dice después de dudar en su habla, que hace que suelte una carcajada al aire.
Está entre mis piernas con su cabeza apoyada en mi hombro, mientras acaricio su cabello oscuro. Su gorra está entre sus manos, sabe que cada que estoy con él adoro tocar esa cabellera azabache.
-- Soy Sarten -- dice el moreno.
-- Newt -- habla el rubio. No cambió nada desde hace tres años, sigue teniendo la misma cara de niño.
-- Soy Lee -- fruncí el ceño por sus palabras, ese no era su nombre.
¿A qué estaba jugando?
Entonces algo hizo click en mi cabeza.
Si decía su nombre, Kyong lo sabría de inmediato. ¿Cómo decirle a tu hijo de cinco años que el chico frente suyo era su padre? Además, él no nos recuerda, a ninguno de los dos.
Lo más seguro es que crea que no seamos confiables como para decir su nombre.
Pero en ese caso por qué Newt y Sarten se presentaron como es. Además un ambiente curioso se sentía. ¿Qué les dijiste, hijo?
Lo miré por unos segundos analizando sus gestos. Y él me devolvió la mirada al sentir mis ojos sobre su cuerpo.
Parecía escanear mi rostro cada segundo que pasaba, y yo hacia lo mismo.
¡Demonios quería besarlo!. Estos años a cambiado sus rasgos, son más maduros y finos.
¿¡Todo eso era mío!? Bueno... Aún no puedo reclamarlo como correctamente mío de nuevo hasta que recuerde o le haga recordar quienes somos
Tenía que hablar con él, urgentemente.
-- Vamos, Kyong, es hora de dormir -- hablé poniéndome de pie. No quería seguir entre este tira y afloje de nuestras miradas.
-- Jo~ que mala -- me dijo formando un puchero, se veía que aún queria estar en la fogata.
Pero no dejé que esa suplica me ablandara y lo tomé en brazos escuchando como agitaba su mano alegre mientras decía feliz los nombres de los chicos.
¿Ya lo sabes, Minho?.
Me dirijo a nuestra carpa, entro y coloco en el suelo a Kyong viendo cómo corre directo a la cama después de quitarse los zapatos.
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ENTRE CRANCKS Y AMORES
FanfictionMinho... corredor despistado, algunas veces... veloz, inteligente, atractivo y... sarcástico, muy sarcástico. pero que pasaría si te dijera que tiene un hijo, sí, ese asiático despreocupado, un hijo. ¿Quién fue la valiente? nada más y nada menos que...