ENTRE CRANCKS Y AMORES

Capítulo 13

-- ¿Qué vas a hacerles? -- pregunta curiosa Brenda.

-- Voy a golpearlos hasta que entiendan que hacer ese tipo de cosas vá a terminar por matar a alguien --

-- Realmente no creo que funcione... Mucho menos en Thomas -- comenta Jorge que conduce concentrado en el camino.

Chasque la lengua enfadada por ese echo.

Sí, esos tres eran tan cabezas huecas que les entrará por un oido y les saldrá por el otro.

-- Siguen siendo igual de idiotas que hace años --

-- ¿Cómo es que los conoces? -- el moreno comenzó a tomar un poco de agua de la cantimplora que llevaba.

-- Iba a ir con ellos al laberinto... Me cogí a Minho -- pude escuchar como el agua se atoraba en la garganta de Jorge -- ... y quedé embarazada

-- Vaya, eso afecta en la forma en que veía a Minho -- se burla después de recuperarse de su anterior escena.

-- ¿Y cómo lo veías? --

-- Alguien rudo, con liderazgo y dominante --

-- Te aseguro que es de todo menos dominante --

Jorge suelta una gran carcajada entendiendo mis palabras completamente.

Llegamos a una especie de retén destruido.

-- Te apuesto diez grandes a que se metieron ahí -- le hable a la chica.

-- Entonces ya perdí -- me siguió Brenda con burla.

Jorge pisó el acelerador adentrándonos a un túnel.

Entre la oscuridad se veían demasiados crancks, todos se dirigían había el centro.

En un determinado tiempo pasamos la camioneta que faltaba en el campamento, estaba volcada con las llantas hacia arriba.

La camioneta se movió más rápido y arrolló a un par de infectados.

En medio de una gran horda estaban esos tres idiotas.

-- ¡Suban! -- ordenó Brenda disparando al lado contrario que yo.

Apresurados subieron con una cara a la que me hubiera encantado tomarle una fotografía.

No tardó mucho la camioneta en salir a la claridad del día.

-- Vaya... Duraron casi un día -- se burló Jorge calmando su respiración.

-- Ustedes remedo de idiotas, ¿Nunca aprenden verdad? --

-- Gracias -- habló Thomas, el único que se atrevió a abrir el pico.

-- A la próxima dejen aunque sea una nota diciendo que se largan, no espera, a la próxima que siquiera lo piensen los golpeare tan duro que querrán regresar llorando al laberinto --

-- Entendimos el mensaje -- dijo Newt apenado.

-- Créanme si ese retén cayó, lo más seguro es que no quede nada de la ciudad --

Hice caso omiso a lo que hablaba al ver la cara de Newt.

Solté una risa divertida pero algo intrigada por saber que era lo que veía.

-- O encontraron otra forma de resguardarse --

Jorge frenó rápidamente girando el volante haciendo que quedemos en la orilla

-- Eso no estaba desde la última vez --

-- La respuesta de C.R.U.E.L para todo --

Tomamos camino para allá tratando de descubrir algo de esa extraña ciudad rodeada de muros.

Habíamos llegado a las afueras de los muros.

-- traten de actuar normal -- nos sugirió el moreno.

Había mucha gente, su estado era lamentable.

Nos acercamos a dónde un montón de gente se juntaba exigiendo entrar a la ciudad.

Había un dron sobre nuestras cabezas y pude saber que eso no era bueno.

Un sonido retumba en mis oídos como un chillido molesto.

Las grandes máquinas apuntaron hacia nuestra dirección, tomé de las chaquetas de Newt y Sarten jalandolos hacia atrás. Eso no me daba bien presentimiento.

-- Muevanse -- les ordeno a los dos chicos que comienzan a caminar lejos de la gente que está esperanzada en entrar.

Entonces... El primer misil fue lanzado.

Matando a un montón de gente.