Capítulo 9

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Todo era borrosos, no sabía que pasaba además de las explosiones y gritos que se escuchaban

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Todo era borrosos, no sabía que pasaba además de las explosiones y gritos que se escuchaban.

-- ¡Newt! -- cuando veo al rubio no puedo evitar gritar su nombre, y el muchacho se acercó de inmediato hacia mí -- ¡Ten! -- le entregué el cuerpo de Kyong que estaba inconsciente -- ¡Cuídalo con tu vida, por favor! -- lo ví asentir de forma rápida y les dí un abrazo a los dos, besé la mejilla de Newt como agradecimiento para después salir corriendo cargando el arma de mi pierna.

Cuídalo bien Newt, confío en tí.

Entre todo el desastre escucho la retirada, la mayoría de inmunes ya habían sido evacuados, eso era bueno

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Entre todo el desastre escucho la retirada, la mayoría de inmunes ya habían sido evacuados, eso era bueno.

-- ¡Minho! -- le gritaba pero la luz del fuego y las exposiciones no me dejaban ver con claridad -- ¡Minho! -- no lo encontraba, ¿Dónde estás maldito chino?.

Continúe disparando por aquí y por allá, veía como algunos guardias lograban meter a varios chicos al Berg.

Malditos

Me agaché cuando el cañon de varias armas resonó a mis espaldas, más guardias corrían a mi dirección, ¿Qué no se cansaban los idiotas?

Logré derribar a unos cuantos pero las balas se me terminaron, y no pude volver a cargar cuando sentí un gran dolor en el hombro.

Cuando revisé estaba sangrando, algo que se me hizo raro ya que los guardias llevaban armas eléctricas.

-- ¿Crees que puedes salvarte de nosotros? -- levanté la mirada al reconocer esa voz tan horrenda.

-- ¿Tú crees que serás invencible todo el tiempo? -- con mi mano libre tomé un poco de tierra con mi puño -- morirás, tarde o temprano sucumbirás ante el virus -- ví su rostro sorprendido por mis palabras -- estas mas viejo desde la última vez que te veo -- adiviné sus acciones de inmediato después de escuchar sus palabras.

Lancé el montón de tierra de mi mano hacia su cara, escuchando sus quejas.

Aproveché y me escondí tras una de las camionetas, escuchando el disparo que iba hacia mi cabeza. Corrí con un poco de dificultad lejos de todo el embrollo este de C.R.U.E.L.

-- ¡Traiganla aquí! -- escuché su orden acompañada de su voz enojada.

Eso me sacó una sonrisa, maldita rata, tus estúpidos guardias no me harán nada.

Seguí disparando logrando herir a varios de los hombres uniformados.

Ya no veía a nadie que quisiera ayuda así que comencé a irme lento.

Sabía que Harriet y Sonya cuidarían bien de mi pequeño.

Una imagen cerca de una de las camionetas me hizo paralizarme.

-- ¡No! -- corrí tan pronto como pude al ver su cuerpo caer al suelo -- ¡No! -- sentía unos brazos en la espalda que me arropaban y jalaban lejos de aquel lugar -- ¡Minho! -- los brazos seguían y no sabía de dónde rayos habían salido.

Entre varios de los chicos que eran mis compañeros en el brazo derecho me llevaron cargada. No les hacían caso a mis patadas, mis súplicas y mis gritos.

 No les hacían caso a mis patadas, mis súplicas y mis gritos

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Habíamos huido, lejos de todo, lejos de C.R.U.E.L... lejos de Minho.

Corrimos tanto que llegamos a un lugar a la orilla del mar, habia barcos y yates destruidos.

Nos resguardamos entre muchos de los escombros que había ahí.

Encontré a Harriet y de entre sus brazos bajó a Kyong que vino corriendo hacia mí.

La veía triste y dolida.

Pero entonces me percaté de algo.

¿Dónde estaba Aris y Sonya?

O no... Vete al carajo C.R.U.E.L.  Púdrete en el infierno.

La abracé tratando de consolarla por lo que había pasado. Pero palmeó mis hombros y se alejó.

Me tiré en el suelo recargando mi espalda con un gran bloque de cemento. Abracé a Kyong entre mis brazos y dejé que durmiera agusto.

Minho... No hace mucho que te llevaron, y ya siento un sentimiento de añoranza hacia tí.

 No hace mucho que te llevaron, y ya siento un sentimiento de añoranza hacia tí

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ENTRE CRANCKS Y AMORES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora