Capítulo 4: Confianza Ganada

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Con el paso de las semanas, la rutina en la mansión de Yibo se volvió más fluida, y Zhan se convirtió en una presencia constante y reconfortante. Aunque Yibo seguía siendo reservado y serio, poco a poco comenzó a confiar más en Zhan y a valorar su compañía.

Una mañana, mientras compartían un desayuno sencillo en la cocina, Yibo decidió romper el silencio con una pregunta inesperada. La luz suave de la mañana iluminaba la estancia, creando un ambiente cálido y acogedor.

—Zhan, ¿qué te gustaría hacer en el futuro? —preguntó el de cabello castaño, observando atentamente a su acompañante. Había una curiosidad genuina en su voz, algo raro en él.

Zhan se tomó un momento para responder, sorprendido por la pregunta. Revolvió su taza de té lentamente, mirando el líquido como si buscara inspiración en él.

—Bueno... es una buena pregunta —comenzó, levantando la vista para encontrarse con los ojos de Yibo—. Nunca he tenido un plan claro. Siempre he ido con la corriente, tomando oportunidades cuando se presentan.

Yibo lo observó con atención, asintiendo levemente.

—Pero debe haber algo que desees hacer, algo que te apasione o que quieras lograr —insistió suavemente, con una mirada que animaba a Zhan a abrirse.

Zhan sonrió con nostalgia, apoyando los codos en la mesa.

—Supongo que siempre he tenido un sueño medio escondido de viajar. Ver el mundo, conocer diferentes culturas, experimentar cosas nuevas —dijo, con un brillo en los ojos—. Pero nunca ha sido algo que considerara posible, dadas mis circunstancias.

Yibo se inclinó un poco hacia adelante, interesado.

—¿Y por qué no lo has considerado posible? Eres joven y tienes toda la vida por delante —comentó, con una leve sonrisa de aliento.

—Es complicado —respondió Zhan, encogiéndose de hombros—. Siempre he sentido que mis responsabilidades y obligaciones me atan. Nunca he tenido el lujo de simplemente irme y explorar. Además —hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas—, supongo que también me falta un poco de valor para dar ese salto.

Yibo permaneció en silencio por un momento, reflexionando sobre lo que Zhan había dicho.

—Entiendo. A veces, las responsabilidades pueden ser una carga pesada —dijo, con una nota de empatía en su voz—. Pero si tuvieras la oportunidad, ¿a dónde te gustaría ir primero?

Zhan se animó un poco con la pregunta, su rostro iluminándose.

—Siempre he querido visitar Japón. La cultura, la historia, la tecnología... todo me fascina —confesó, entusiasmado—. Me encantaría caminar por los mercados de Tokio, ver los templos antiguos y probar toda la comida local.

Yibo sonrió, disfrutando de ver a Zhan tan apasionado.

—Japón suena como un lugar increíble para empezar. ¿Y después de Japón? ¿Hay algún otro lugar en tu lista? —preguntó Yibo, sintiéndose a gusto con la conversación.

Zhan se rió suavemente, asintiendo.

—Bueno, si pudiera, me gustaría recorrer Europa. Francia, Italia, España... toda esa rica historia y arte —dijo, con una expresión soñadora y llena de ilusión—. Me encantaría ver la Torre Eiffel, la Capilla Sixtina y los museos en Madrid. Cada lugar tiene algo único que ofrecer.

Zhan, inconscientemente, comenzó a visualizarse en los lugares que había nombrado.

Yibo soltó una pequeña risa al ver a Zhan tan embelesado y metido en sus pensamientos.

⌛𝓛𝓪𝓽𝓲𝓭𝓸𝓼 𝓔𝓽𝓮𝓻𝓷𝓸𝓼 💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora