Capítulo 9

50 15 34
                                    

La navidad podía olerse a la vuelta de la esquina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


La navidad podía olerse a la vuelta de la esquina.

No solo porque las calles se habían llenado de adornos de navidad, y las tiendas habían quitado todo rastro de los adornos de Halloween, convirtiéndolos ahora en dulces de chocolate y árboles decorados, sino también, por aquella presión que podía sentirse en el ambiente, aquella sensación de no saber qué regalarle a tus seres queridos, y que te obligaba a regalarles algo ya que presentarte con las manos vacías no era una opción.

Y Harry era una de esas personas.

Hacía tanto tiempo que no pasaba las fiestas con los Weasleys, que desconocía por completo sus nuevos gustos, por no mencionar que era posible que les regalara algo que ya tenían. Al único que había podido comprarle algo, era a Ron, aquel chico pelirrojo con pecas y muy torpe, o conocido mejor por ser su mejor amigo, tenía unos gustos tan sencillos, que sabía que con regalarle una gran cesta con dulces, le valdría.

Sabía que podría intentar hablar con Molly sobre los posibles regalos para el resto de la familia, pero la vergüenza le impedía hacerlo, no podía evitar sentirse mal por haberse alejado por tanto tiempo, y no quería que Molly se llevara más disgustos.

Tampoco quería preguntarle a Hermione, primero porque ella estaría en las mismas, seguramente tendría que hablar con Ron para sacarle información, lo cual tampoco era una opción, y segundo, porque, aunque le avergonzara admitirlo, tampoco sabía que regalarle a ella.

-Desembucha-la voz de cierto rubio, lo sacó de sus pensamientos de una forma tan repentina, que no pudo evitar pegar un salto por el susto.

-¿De qué hablas?-preguntó algo desconcertado.

-Llevas media hora ahí parado, no creo que estés pensando en la misión porque tendrías los papeles desperdigados por doquier, por lo que debes estar preocupado por otra cosa, así que, desembucha-la fluidez con la que parecía explicárselo todo, lo había dejado sin habla de nuevo, a veces le impresionaba la capacidad que tenía Draco para leer a las personas.

-Solo...-comenzó rascando su nuca avergonzado-. Pensaba en los regalos de navidad, no sé qué regalarle a los Weasleys-finalizó con sus mejillas completamente incendiadas por la vergüenza.

-¿Por eso llevas así todo el día? -preguntó atónito, nunca pensó que el salvador del mundo mágico se preocuparía de tal forma por unos regalos-. Debo informarte, que estás frente al mejor..."¿Regalador?" "¿Buscador de regalos?" Ni siquiera sé si el primer término existe, pero me has entendido-Harry soltó una sonora risa que contagió al rubio.

-Si eres tan magnífico haciendo regalos como dices, porque no me ayudas-propuso con una de sus mejores sonrisas en un intento de convencerlo.

-Nunca pensé que el mismísimo Harry Potter, requeriría de mi ayuda. Que halagador.

-Hay muchas cosas que no pensé hacer y aquí estoy, no creo que esto sea lo más sorprendente que ha pasado en este último mes-recordó.

-Cierto, pero sigue siendo halagador.

Lover ✵ DrarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora