13. La verdad

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Y luego de quedar sola en la noche se dedicó a buscar. Eloise se cansó pues no encontró nada a la vista, hasta que recordó que Penélope solía esconder cosas en los tablones del piso, así que caminó por todo el cuarto lentamente para saber si daba con alguno suelto.

Incluso debajo de la alfombra, pero se sintió estúpida al no encontrar nada.

Luego vio el colchón de la cama, y al alzarlo lo encontró. —Bingo. -se frotó las manos y sacó los papeles sentándose luego en la cama para leerlos. Penélope no volvería hasta el día siguiente, podía volver a dejar todo como estaba. Le faltaba una página a aquel montón, y supo que era la hoja que había visto primero con la dirección de su hermano y sus datos. —¿Qué diablos es esto? -se encontró con una lista de ejercicios, especificaciones de alimentos, y luego detalles de una lista sexual muy detallada de cosas que Penélope había hecho y estaba dispuesta a hacer. —¿Qué?

Y fueron las palabras "sumisa" y "dominante" lo que la hizo darse cuenta de que cosas pasaban.

Su hermano y su mejor amiga...

Los horarios de sus encuentros eran de viernes a domingo, todos esos días Penélope estaba en casa de su hermano. Incluso tenía una copia de un acuerdo de confidencialidad que le decía que no podía hablar de nada de eso con nadie.

¿Desde cuando pasaba aquello?

Volvió a poner los papeles donde los encontró luego de tomarle fotos con su celular y se quedó pensativa mirando a la pared. Necesitaba enfrentar a Colin. Sabía que Penélope lo negaría aunque  la enfrentara, pero Colin podía doblegarlo si tenía pruebas. El domingo no lo recibiría, pero el lunes... El lunes la iba a escuchar.

***

Fue la primera en despertar. Se había quedado dormida en la cama de Colin y él igual al lado de ella. Lo más cercano que había tenido a un beso fue en su "juego de sentidos" cuando la hizo probar vino de sus labios.
Creía que la noche anterior la iba a besar pero se abstuvo. Aunque consideró un avance el hecho  de que la hubiera dejado dormir en su cama. Era la primera vez ya que siempre la llevaba a su habitación.

Se levantó y lo observó dormir, se veía tan tranquilo, pacífico y para nada peligroso. Respiraba muy pausado y en calma, y le encantó mirarlo así. Se apoyó en un brazo y suspiró fascinada viéndolo.
Era un hombre muy guapo.
Un hombre guapo que por ese momento era de ella.
Solo pasó así unos segundos y salió de la cama notando las marcas que le habían dejado las cuerdas, y al tocarlas con las manos sentía la piel aún sensible. Fue a vestirse con un sweater de cuello algo y mangas largas que le quedaba muy ajustado al cuerpo y también unos jeans. Tenía que tener cuidado porque como Eloise le viera una sola marca, se vería envuelta en un enorme problema.

Bajó a hacer el desayuno y mientras cocinaba escuchó su teléfono y al ver que era Eloise, cortó la llamada. Ya le hablaría después con más calma. Mantendría la mentira de que había ido a Bath a visitar a su madre y nadie tendría que saber que estaba en realidad en casa de Colin explorando un aspecto de su sexualidad que no sabía que tenía y que le gustaría tanto.

Sirvió el desayuno en cuanto lo tuvo listo y vio a Colin entrar en la cocina con apenas un pantalón y totalmente despeinado. —Buenos días, Penélope.

—Buenos días, amo. -había dormido demás y se veía adorable. Gustosa le puso el desayuno en su asiento en la mesa y lo vio sentarse para comer.

—Acompañame. -dijo y ella fue directo a sentarse a su lado mientras la veía con el sweater. —¿Tienes sujetador puesto?

—Sí, amo. -dijo ella asintiendo.

—Quítate el sweater, quiero ver tus marcas mientras desayuno. -y ella obedeció rápidamente quedando solo con su collar, el sujetador y los jeans. Comenzaron a desayunar juntos y ya que estaban en la mesa, ella decidió hablar.

Title and SecretsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora