"Eres un maldito bastardo con suerte"
"Eres un maldito bastardo con suerte"
"Eres un bastardo con suerte, suerte, suerte, suerte."Era lo que escribía en su ordenador mientras buscaba calmarse.
Siempre que escogía una nueva sumisa trataba de no involucrarse sentimentalmente.
Desde alrededor de los veintidós años había entrado en el mundo de los amos y los sumisos por culpa de Anthony. Su hermano mayor y su novia, Kate, llevaban ese estilo de vida y por curiosidad, comenzó a probar cosas similares.
Y encontró que le encantaba.
Tenía veintitrés años cuando conoció a Penélope. La chica estudiaba con su hermana menor, Eloise.
La número 5.
Ellos eran ocho hermanos ordenados alfabéticamente comenzando por Anthony, quien algún día llevaría la firma de abogados de la familia Bridgerton. Le gustaban las leyes y mantener el orden, así que estaba feliz con seguir el legado de su padre, Edmund. Benedict tenía la galería, era un alma libre con gustos por el arte así que estaba feliz con ello. Él tenía la editorial, habían invertido en esa rama y resultaba muy lucrativo. Daphne se había casado con uno de los amigos abogados de Anthony, Eloise estudiaba periodismo, Francesca estudiaba diseño de modas, Gregory y Hyacinth seguían en la secundaria.Eran una familia unida, y aunque millonarios, no eran como otros, arrogantes y altaneros. Sus padres incluso habían invertido dinero en algunas obras de caridad porque les gustaba ayudar. Y ellos, los ocho, tenían ese mismo espíritu.
Penélope llegó a su casa como amiga de su hermana, y al instante que la conoció le encantó. Era una chica preciosa, de cabello rojo y ojos azules. Era muy dulce y muy inteligente. Y cuando hablaban no se sentía incómodo como cuando hablaba con otras mujeres.
Aunque el día que más lo impactó al lado de ella fue cuando tuvo la sensación de protegerla. Eloise había ido por algo de comida en su auto y ella había quedado sola en el salón, y como si hubiera estado aguantando por días, había roto a llorar. Él solo pasaba por ahí de casualidad pues iba rumbo a la cocina para conseguir algo que comer. Sin embargo, verla llorando hizo que se acercara a preguntar. —¿Estás bien? ¿Quieres algo?La vio limpiarse la nariz con la manga de su camisa y asintió. —Estoy bien. De verdad, lo estoy, no te preocupes por mí.
Pero se preocupaba, así que se sentó a su lado y le ofreció su mano. Penélope la tomó y siguió llorando. —Lo siento, no le digas a tu hermana que lloré.
—Lo notará. Tienes los ojos rojos. -Y la vio, le temblaba el mentón así que la abrazó con fuerza dejando que llorara con fuerza y se quebrara. —Todo irá bien, ya verás. Lo que sea que suceda tiene solución.
—No lo sé. Pero eso creo. Gracias, Colin.
—No es nada.
Pero él sabía que era algo, ya lo averiguaría. Por el momento se limitó a darle su pañuelo para que se limpiara la cara y llevarla a la cocina por una taza de chocolate caliente.
Penélope era bastante reservada, con una actitud que lo estaba volviendo loco. Respondía siempre con una voz baja, la cabeza gacha y en monosílabos.Y su cabeza comenzaba a llenar los huecos.
"Sí"... Señor.
"No"... Señor.
"Bien"... Señor.Cuando volvió Eloise y los vio juntos en la cocina tomando chocolate caliente alzó una ceja. —Traje sushi. ¿Qué se traen ambos? Andan muy juntos, parecen parejita ¿Son novios? Colin ¿Estás liándote a mi mejor amiga?
—Por Dios, Eloise. -dijo él rodando los ojos. ¿Penélope y él? No creía que ella pudiera gustarle su estilo de vida. —No soy del tipo de Pen. ¿Verdad Penny? Solo la vi llorando, le ofrecí un chocolate. Ya sabes lo que dice mamá: "No hay pena que cien años dure..."
—Ni pena que chocolate no cure. -Eloise miró a su amiga y luego a Colin de nuevo. —Bueno. ¿Y que sucedió para que llorara Pen?
—Me voy, eso no lo sé. Las dejo solas, tengo trabajo y tarea.
Y se había ido, solo que se quedó escuchando un rato la conversación detrás de la puerta.
—Penny. Sabes que puedes contarme lo que sea ¿Verdad? -Eloise y sus tendencias a ser entrometida. —Si te gusta mi hermano puedes decirme.
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Title and Secrets
FanficHay reglas simples entre las relaciones sin títulos oficiales. "Amigos con beneficios", algunos les llaman. Pero en otros contextos no es más que un "contrato". Penélope está en su último año de universidad. Quiere ganarse la vida como escritora...