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El helicóptero se alza y podemos ver desde arriba el laberinto en medio estaba el claro destruido, ¿Todo este tiempo habíamos estado aquí y fuera no había literalmente nada? Solo era arena, dunas de arena con un sol que daba bastante calor, desde arriba se veían todos y cada uno de los caminos del laberinto, también se veían los engranajes de las ''trampas'' que habían en el laberinto.
Miro en mis manos el muñequito que Chuck me había dado y más lagrimas caen de mis ojos, pienso en todos y cada uno de mis sueños, desde el primero al último, cierro los ojos al recordar el sueño en el que aparecía Chuck y abro los ojos después de unos segundos. Miro a Thomas y me acerco un poco a él recibiendo una mirada con lágrimas de su parte.
—Lo siento, se lo unidos que tú y Chuck estábais —me dice en un susurro—.
—Le dije que cuando saliéramos le ayudaría a encontrar a su familia —miro las botas sucias y rotas que llevaba en los pies y suspiro mirando el muñeco— Le dije que se lo podría dar a sus padres, pero ahora no va a poder, estábamos tan cerca de salir juntos...
—Juls, mírame —siento una de sus manos en mi barbilla haciendo que le mire— Quiero que sepas que no es tu culpa, y si Chuck quería a dárselo a sus padres intentaremos hacerlo por él ¿Sí? —asiento mordiendo mi labio para evitar que otro sollozo salga de mis labios, veo cómo se acerca a mi cara y deja un beso en mi frente, siento calma por unos instantes y me siento bien pero luego vuelvo a la realidad cuando sus labios se separan de mi frente—.
—Thommy —el apodo se escapa de mis labios de repente y suspiro— Durante nuestra estancia en el claro he tenido unos sueños extraños, pero no parecían sueños eran más bien...
—Recuerdos, parecían recuerdos —me interrumpe y asiento— Te he visto en ellos, me has encubierto de algo que he hecho y por mí te habían metido ahí. ¿Por que lo hiciste?
Me quedo callada frunciendo el ceño con confusión, sin saber que responder, pero luego el sueño en el que le decía a Teresa que yo dejaría al mundo arder por Thomas se me viene a la cabeza y eso responde la pregunta que Thomas me había hecho.
—Cre-Creo que tu —balbuceo sin saber cómo decirlo— Creo que tu me gustabas, pero a ti te gustaba Teresa y parecías tener algo con ella.
—Pues, creo que tu a mi también me gustabas o al menos me atraías —le miro confundida frunciendo el ceño— Mucho antes de que metieran a Newt en el laberinto tuve una conversación con él, hablabamos de tí. Le decía que tu me parecías guapa y que temía hacerle daño a Teresa, y aunque no lo creas creo que en mi corazón siempre has tenido ese espacio.
—Entonces... ¿Antes del laberinto te he llegado a gustar en algún momento? —pregunto frunciendo el ceño aún más—.
—Sí, parece ser que si —hace una pausa remojando sus labios— Cuando te ví la primera vez te me hiciste conocida y la primera vez que hicimos contacto visual tuve un sentimiento en mi interior, cómo si mi corazón te conociera ¿me entiendes?
—Lo entiendo —asiento dejando de fruncir el ceño, la mano de Thomas limpia mis lágrimas y él sonríe de medio lado— ¿Crees que en algún momento pueda pasar algo entre nosotros?
—Creo que si, pero aún nos queda mucho por delante —con esas palabras rodea mis hombros con uno de sus brazos y me acerca a él, consigue sacarme una débil sonrisa y mi mirada va a la ventana del helicóptero—.
Si era verdad, si era verdad eso de que ahora estaríamos seguros y de que todo cambiaría, entonces Thomas y yo podríamos conocernos mejor y no iba a perder oportunidad de poder ser con él lo que he querido siempre antes del laberinto, antes de que toda esta mierda pasara.
