Zaphiri estaba molesto, porque de todos los Santos el que menos debió de saber sobre su condición fue Krest, ese cubo anciano era un sobreprotector excesivo, recuerda que cuando era niño Krest no lo dejaba salir de Acuario porque según el, los omegas no deben estar junto a los alfas, además de que le dijo que nadie debe de saber que el es un omega, ya que se burlaran de el y lo humillaran por eso, eso lo asusto un poco porque lo que menos quería es que lo volvieran a lastimar por saber su segundo genero pero a pesar de las amenazas que el recuerde nunca hizo caso a Krest, porque apenas cumplió 10 años se escapaba de Acuario para ir a la última casa del zodiaco, siempre le causó curiosidad y le preguntó a Krest al respecto, ese día estaba estudiando el idioma Francés cuando se le vino la pregunta acerca de la casa de Piscis.
Maestro Krest me a hablado sobre todas las casa del zodiaco pero no de la doceava casa, que hay sobre Piscis? Pregunta curioso el pequeño omega de 9 años.
Krest estaba aún lado suyo leyendo un libro mientras el niño estaba haciendo unos ejercicios para aprender el idioma francés, ya que el pequeño Zaphiri ya habla fluidamente griego, japonés e inglés británico, el aprende muy rápido y Krest no puede estar más satisfecho y orgulloso, pero al escuchar la pregunta del niño simplemente responde;
No puedes ir ahí Zaphiri, aun que quieras no puedes, la casa de Piscis esta infestada de Rosas venenosas capaces de matar con solo oler su fragancia, un niño como tu que no sabe controlar su cosmos puede morir. Dice Krest para luego regresar a su lectura.
Entonces como usted no ha muerto por ir allí además si un niño como yo no puede sobrevivir ahí como es que hay un caballero para esa constelación.
Yo no he muerto debido al poder mi cosmos, el tuyo es inestable y no sabes controlarlo es por eso que no podrías resistir el veneno de esas rosas, además el caballero que resguarda la casa de Piscis su sangre esta envenenada hasta mucho más que sus rosas, el veneno en su sangre es ma letal que cualquier otro y por esa misma es que no se puede acercar a nadie ni si quiera a nosotros. Dice Krest sin dejar de prestar atención a su lectura.
Zaphiri se queda pensando y llega a la conclusión que el caballero de Piscis es muy solitario no es lindo vivir en soledad por el resto de tu vida así que tal vez visitarlo no sea mala idea, ignorando completamente la advertencia de Krest.
Al día siguiente cuando el pequeño Zaphiri termina sus ejercicios pendientes va hacia la doceava casa, restándole importancia a las palabras de Krest, al entrar puede ver que es muy solitaria al parecer no hay nadie luego sale hacia el jardín y se encuentra con un hermoso campo de rosas rojas, eran tan hermosas que no dudó en arrancar una del suelo y acercarla a su nariz, su fragancia es exquisita jamás había olido una rosa que oliera tan lindo. No sabe porque su maestro Krest decía que su fragancia era peligrosa, para el era todo lo contrario olían muy lindo.
Después sintió como alguien lo estaba mirando y a pesar de la distancia entre los árboles pudo ver a alguien posiblemente era un niño porque su silueta lo hacía ver pequeño, Zaphiri sonrío con inocencia.
HOLAAA!! Gritó. TU PLANTASTE ESTAS ROSAS?! SON MUY BELLAS!! HACES UN EXCELENTE TRABAJO!! TE ADMIRO!! Grita eufórico el escorpión.
Quien estaba detrás de esos arboles no era otro mas que el futuro santo de Piscis, Lugonis, que desde que el azabache entro a su templo ya sabía que estaba allí pero pensó que iba a pasar de largo, pero no fue así el niño fue hasta su jardín y le sorprendió que sus rosas demoniacas no surtieran efecto en el niño y hasta lo elogio por sus rosas.
Estaba pensando demasiado y cuando levanto la vista pudo ver dos orbes zafiros enfrente suyo eso lo asusto y cayó al suelo.
AAAHHHHH! Grita el pequeño pelirrojo y por el susto cae al suelo sentado.
Jajajajaja. Se ríe el azabache. Lo siento tanto te asuste? Dijo sonriendo Zaphiri para luego tomar la mano de Lugonis y levantarlo del suelo.
