31.
Parte 1
Nadie narra este capítulo
El clima era frio. Tanto que incluso parecía que el invierno ya había comenzado.
Era como las almas presas que empiezan a buscarse, tratando de encontrar una libertad absoluta. Y esa calidez ausente que relucía en sus cuerpos hechos de cenizas, de estrellas quizás.
Había dos, justo al frente, una trataba de sobrevivir al mundo, mientras que la otra trataba de atrapar a esta primera y quedársela.
Eliot con la punta de sus dedos toco un par flores que le parecieron extrañas, eran entre blancas junto con un degradado de color lila, parecían ser de las únicas vivas, teniendo en cuenta la ausencia de luz que les dan los climas como el otoño y el invierno que se aproximaba.
La mayoría de las flores mueren en otoño, como muchas oportunidades en el amor. Como muchas esperanzas e ilusiones. Pero también es bien sabido que no hay mejor temporada para encender llamas, más que cuando el frio arrasa con todo... con el miedo incluso.
—No me lo tomes a mal... pero ¿Hemos venido a ver flores?
Eliot se pone en pie al escucha la voz de su cita. Tenía cada parte del cuerpo temblando del miedo, pero aun así estaba listo para lo que se venía.
Por alguna razón.
—No, claro que no.
Reece sonrió, desde su beso con este chico no sentía mas que curiosidad, y esa eran un sentimiento que solo crecía más y más.
—¿Puedes esperar un segundo aquí? —. Reece sonrió de nuevo y asintió de manera amable.
Cuando Eliot desapareció en alguna dirección, se quedó observando detenidamente las flores que había está tocando. Este chico era muy curioso.
Flores del pensamiento pensó, consideradas: símbolos de inocencia, modestia y fidelidad. O siendo ambiguos, flores de un amor que estar empezando a surgir y se debe cuidar.
Puso en blanco los ojos, y camina hasta llegar a una banqueta, tomo asiento frente a una calle no muy lejos de donde estaban al principio, era un lugar extraño para una primera cita. Se trataba de una calle poco transitada, no había más.
Trataba de analizar que sería lo siguiente en pasar, pero todos los resultados eran inconclusos. Vagaban en su mente sin llegar a nada. Reece Wint creía saber quién era Eliot Alister y bueno, creía que era una persona demasiado fácil de descifrar.
Aunque se sentía un poco equivocado últimamente, había que tener agallas para besar a un chico frente a tanta gente, ya podría imaginarse toda la mierda que le dirían.
Echo la cabeza hacia atrás y se dio cuenta que algún tipo de música rebotaba en el aire. Una que antes no estaba ahí, pero que lo había atrapado un poco.
ESTÁS LEYENDO
Las canciones que somos [✔️]
Teen FictionEma Charles no suele meterse en problemas, con mucha frecuencia al menos. Pero da la casualidad que su curiosidad la llevo a un lugar complicado, en un momento inoportuno. Asher James no es de involucrarse mucho con las personas, además tiene un sec...