Capítulo 33

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"Me recordarán, por la eternidad" -lmdlm.

Concentración...

Muchas concentración es lo que se requiere para esto. Matthew me ha traído a las profundidades del bosque. De noche. Poseo un rifle. Oculta sobre una roca. Con un termo de agua y mi uniforme negro. El cubre cara a la mitad. Acostada boca abajo. Buscando a mí víctima.

Matthew me tuvo aquí todo el maldito día. Una de las cosas que aprendemos los francotiradores, es la paciencia.
Se requiere de mucha paciencia para lograr el objetivo sin fallos. Durar horas, días, incluso semanas. En el mismo sitio. Sin poder moverse. También he estudiado. Aprender los movimientos. Coordenadas. Códigos. Jugar con la mente de tu presa.

-¿Cómoda, muñeca? -habla tras la línea.

-Vuelve a decirme así -digo cansada-. Y te corto la polla.

Suelta carcajadas roncas, haciéndome enojar

-Eres la muñeca, amor -sigue con ese tono pícaro.

-Soy el agente Argent -gruño y veo por la mira.

Juro que donde no aparezca algo, voy a descargar el arma con ese idiota.

-Uno muy atrayente.

Me arranco el auricular de mala gana para exhalar con rabia. Detesto estar aquí. Prefiero entrenar para chantajear. Engañar. No perder el puto día esperando algo que no...

El sensor capta movimientos a kilómetros de mi posición. Acerco mi ojo a la mira para observar con la luz infrarroja. Las ramas son más nítidas. Busco y espero ansiosa. Mi dedo en el gatillo, con la adrenalina en mi venas. Pica mi dedo. Y ahí....

En medio de ambos árboles...

Está el objetivo

Respiro profundo y cuento hasta cinco segundos. Suelto largo mi aire. Y apretó el gatillo.

La bala sale, atinando al globo lleno de helio. El agente respinga en su lugar y sonrío con malicia. El silenciador calló el eco del sonido. Recojo a prisa para correr e irme. Tengo las piernas acalambradas. Mi espalda está rígida. Joder. Corro con el rifle en mano. Abro el termo para echarle una granada . Daré mi ubicación. Pero no puede quedar nada de mí. Corriendo en medio de las tinieblas, bajo el frío de la noche y la manta de ansiedad...

Seguiré hasta cumplir el objetivo de esto

Humo. Poco humo, pero aún así, es lo suficiente para dejar claro que alguien atacó. El rifle amenaza con caer varias veces. Avanzo con rapidez que las ramas no se ven. La trenza de mi cabello de enreda en mi cuello, mis mejillas frías y el pulso alocado. Sigo y sigo, hasta que....

Me derriban

Mi arma se desliza lejos de mi. Me rodean dos agentes. Y en medio, a lo lejos. Está Matthew con una sonrisa socarrona. Gruño para levantarme del suelo. Firme, con ambos brazos a mis costados. Inflando el pecho con rabia y coraje. Espero la señal de atacar.

Y fué veloz, como un rayo al caer

Ambos vienen hacia mí, gruñendo en cada golpe. Esquivo con mi cuerpo los golpes para atinarles los míos. Muevo el cuello a la derecha y pateo a la izquierda. Matthew se queda mirando, pero mi concentración se queda en los sujetos que pueden matarme.

Con la rodilla en el suelo, giro mi cuerpo para extender mis brazos hacia detrás, dando en el abdomen de uno. Sujetándome luego de mi segundo oponente. Lo atraigo al suelo para levantarme y correr a mí rifle. Al tenerlo. El mercenario viene con expresión neutra. Fría. Impenetrable.

-Veamos cómo te va conmigo -dice orgulloso para sacar una navaja.

-Aquí estoy, idiota -murmuro con mi rifle.

2:Argent [El origen de la muñeca]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora