𝕯𝖊𝖆𝖉𝖑𝖞 𝕶𝖗𝖞𝖕𝖙𝖔𝖓𝖎𝖙𝖊

♱ ༻ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐈 ༺ ♱

Advertencia antes de leer, esta historia puede contener: asesinatos, crímenes de lesa humanidad, resucitación, vocabulario vulgar, muerte en masa, pandemia mundial, etc.

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No podía creer lo que veían sus ojos ¿Será que se durmió mientras conducía, tuvo un accidente automovilístico y ahora está soñando con lo que realmente su corazón deseaba? ¿O ese era un pensamiento muy extremista? ¿Era realmente Jonathan quien estaba frente a él? ¿No era alguna clase de clon malvado?

Confirmó que, efectivamente, era su amigo cuando vió sus ojos azules brillar mientras podía verse a sí mismo reflejado en ellos. Aquella amable sonrisa apareció en el rostro ajeno y sus brazos alegremente se extendieron en su dirección, esperando un abrazo de su parte.

...

No sabía cómo se supone que debería reaccionar ante ésto.

Simplemente... Dejó que sus impulsos hablaran: se deshizo bruscamente del agarre de los guardias que lo sostenían y caminó decidido, dando pasos fuertes hacia él, con la cabeza baja.

Jon sintió como su corazón se agitaba con fuerza, su sonrisa se hizo mas grande. Sus brazos esperaban ansiosos para poder rodear aquel cálido cuerpo de nuevo y transmitirle todas las buenas emociones que tenía para ofrecer.

Pero lo que recibió fue una fuerte cachetada.

Todo el mundo en la sala presidencial guardó silencio cuando el golpe hizo eco en el lugar, para Dante fue inevitable soltar un "Ssss" de dolor, ya que conocía la fuerza de Damian. Todos miraban la escena con extrañeza:¿No se supone que eran amigos?

Pero entonces, inesperadamente Wayne agarró a su "amigo" de la muñeca y comenzó a caminar rápidamente hacia la salida, la abrió, sacó al muchacho y a sí mismo, terminando por azotar la puerta, dejándolos solos del otro lado.

Jonathan sintió como, ahora que no eran vistos, el criminal estaba abrazándolo con fuerza.

Su cuerpo comenzó a temblar súbitamente, comenzó a ver borroso, sus dedos se aferraban a la ropa de su contrario con todas sus fuerzas, y sus piernas querían desfallecer.

Pero allí estaba Jonathan Kent para salvarlo.

Lo sostuvo entre sus manos e, incluso si Wayne estaba ocultándose en él, pudo saber enseguida qué era lo que estaba pasando:

Damian estaba permitiéndose colapsar por primera vez en su vida.

Era impresionante su capacidad para no generar ni un solo ruido estando en ese estado.

Tenía la sofocante sensación de que alguien estaba agarrando su corazón y estrujandolo con todas sus fuerzas. Dolía. Mucho.

Y se puso a pensar.

Pensó en todo aquello por lo que nunca lloró en su momento.

Pensó en el hecho de no haber podido tener una vida "normal"; pensó en cuando tuvo que matar a su mascota Goliath solo porque la Liga le dijo que lo hiciera como iniciación; pensó en cuando asesinó a su madre a los cinco años como defensa propia; pensó en que todo el mundo lo consideraba algo que él no era; pensó en todas aquellas veces que su padre le recordaba que no estaba orgulloso de él y su forma de justicia; pensó en que desde pequeño controlaron cómo sería su vida, sin permitirle decidir por sí mismo; pensó en todas aquellas veces que estuvo con un nudo en la garganta y el cuerpo temblando por ver gente morir gracias a él; pensó en el hecho de haber perdido a su padre, lamentando no haber tenido una buena relación con él; pensó en que llegó a considerar a Alfred un padre más que a Bruce; pensó en la escena de sus craneos atravesados por su katana; pensó en el simple hecho de nunca haber conseguido un amigo, y cuando lo consiguió éste se sacrificó para salvarlo; pensó en que nunca había tenido un héroe que estuviera ahí como él estaba para los demás; pensó en el hecho de que siempre tuvo que seguir vivo solo porque le enseñaron que debía ser "fuerte"; pensó en todo.