♱ ༻ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐕 ༺ ♱

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Advertencia antes de leer, esta historia puede contener: asesinatos, crímenes de lesa humanidad, resucitación, vocabulario vulgar, muerte en masa, pandemia mundial, etc.

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El silencio puede manifestarse de múltiples formas. A veces de una manera incómoda, otras veces, rencorosa, pero el que ocupaba lugar ahora en ese coche negro que viajaba por la oscura carretera...

Era un silencio triste.

La desdicha, la carencia de esperanza, los pensamientos deprimentes. Eran cosas que volvían el ambiente pesado, casi asfixiante. Para aquel que estaba acostumbrado a ver a una persona estando siempre alegre y capaz de todo... Era un poco shockeante ver a ese mismo ser estando débil, con falta de determinación y sin ganas de nada.

Eso era lo que Damian podía percibir de su compañero: el infortunio, la penuria, la carencia de un todo.

Era completamente entendible, después de todo, enterarte de que sufrirás agonías dos días enteros hasta morir... No parecía algo agradable.

Quería... No, necesitaba ayudar, pero era alguien muy inexperto en el tema de consolar, quizá quedarse junto a él y acompañarlo en su silencio y dolor era lo mejor que podía hacer.

Era algo en él que no podía comprender: estar a su lado pero no poder hacer nada por su causa.

Habían planeado salvar al mundo... Juntos.

Sentía la necesidad de estar para aquel que siempre estuvo para los demás. Se supone que su trabajo es comprender, ayudar, deshacer problemas.

La impotencia de no poder hacerlo generaba que apretase el volante con todas sus fuerzas, sintiendo sus manos temblar levemente.

¿Por qué siquiera le importaba? Era la muerte de un policía cualquiera...¿Verdad?

Cuando por fin volvió a poner toda su atención sobre el camino, pudo notar como unas gotas caían del cielo, aterrizando sobre su parabrisas, por suerte, no eran tantas como para tener que accionar el limpia parabrisas. El olor a tierra húmeda comenzó a colarse en el vehículo, logrando relajarlo un poco.

Decidió romper el silencio:

Había una vez... ━ Dios, se sentía tan estúpido diciendolo. ━ Había una vez, un camión que transportaba choclo...

Con eso, se ganó la mirada de Jonathan, quien, por fin recordando el chiste, dijo...

━ ... ¿Dobló y chocló?

.

Con algo tan simple como eso... Logró hacerlo reír, aunque haya sido un poco. Seguía sin comprender como un chiste tan malo podía hacerle gracia.

Pero... Esa sonrisa en el rostro ajeno se desvaneció poco a poco.

En sus ojos ya no se reflejaban millones de estrellas, sino la dolorosa muerte que se le avecinaba.

Por suerte, la música que ofrecía el reproductor del coche lograba distraerlos levemente.

Damian dudó de lo que iba a hacer, pero se armó de valor y, con su mano dudosa, colocó la yema de sus dedos sobre el hombro de Jon, iniciando por primera vez un contacto físico con él.

Kent lo miró con sus apagados ojos azules, apreciando el gesto en silencio, su mirada de dirigió a los labios de Wayne, los cuales se encontraban indecisos sobre qué decir.

No vas a morir.

¿Cómo estás tan seguro?...

Yo me encargaré de mantenerte con vida. ━ Esas palabras lograron confundir al sentenciado a muerte.

𝕯𝖊𝖆𝖉𝖑𝖞 𝕶𝖗𝖞𝖕𝖙𝖔𝖓𝖎𝖙𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora