♱ ༻ 𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐈𝐕 ༺ ♱

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Advertencia antes de leer, esta historia puede contener: asesinatos, crímenes de lesa humanidad, resucitación, vocabulario vulgar, muerte en masa, pandemia mundial, etc.

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En medio de la oscuridad absoluta, lo único que pudieron hacer fue salir hacia el exterior del coche y observar las cientas de estrellas que brillaban en el cosmos. Iluminando casi nulamente ese lado de la Tierra de un color violeta. Algún que otro meteorito viajaba a través del vacío, creando así una hermosa estela atrás de él.

La luna, llena, pareciendo tan gloriosa incluso si solo era un pedazo de roca flotante, brillaba dando todo de sí para alumbrar a millones de humanos con su belleza.

Jonathan quedó fascinado por la hermosa vista que le ofrecía la inmensa oscuridad, ni un solo conjunto de luces en kilómetros y kilómetros. Apenas podía ver al joven Wayne, pero sabía que estaba cerca de él, y eso, de alguna manera, le hacía sentir seguro y acompañado.

Damian, por su parte, observaba a su acompañante, sentado en el capó del coche. Era extrañamente agradable verle emocionado, y que en sus ojos azules se reflejase todo el universo.

¿¡Has visto eso!? ¡Fue un cometa!

¿Ah sí?

¡Sí sí!

...

Aprovecharía la oscuridad para permitirse a sí mismo sonreír un poco, después de todo, nadie podría verlo ni determinar que se estaba volviendo alguien débil por tener sentimientos. Aunque sabía que Jon nunca lo juzgaría de esa manera: parecía ser alguien demasiado noble y comprensivo como para siquiera quejarse del zumbido de una mosca.

Un sentimiento agradable comenzó a nacer dentro de él, haciendo que su pecho se sintiera cálido.

¿Se estaba sintiendo... bien?

¿Estaba feliz?

¿Ésto era estar feliz?

Siempre supuso que hacer justicia en un mundo tan cruel iba a ser su vocación, que destruir a los tipos malos haría que sintiera que sirve de algo. Pero... con ésta nueva emoción, nunca se había dado cuenta de que ese trabajo en realidad no le había hecho sentir así ni una vez.

Lejos de las preocupaciones, de la muerte, del peligro inminente. Lejos de las responsabilidades, y de lo que los demás esperaban de él. Muy lejos del crimen, de la maldad, de las malas emociones...

En este mismo momento, solo eran él, Jonathan y el universo sobre ellos.

Y, por alguna extraña razón, eso le hacía sentir bien.

Comenzó a ser consciente de los latidos rítmicos de su corazón, olvidando todos los problemas, olvidando el hecho de que las personas que lo querían estaban muertas, olvidando el hecho de que fue entrenado desde temprana edad, sin tener el permiso para elegir su propio futuro.

¿Te sientes bien?

La voz preocupada de Jon logró volverlo al momento, sintió una mano cálida en su hombro para darle apoyo.

━ ... . ━ Fue honesto, se sentía no-mal, casi equivalente a sentirse bien.

Al ver la alegría del oficial por aquella respuesta, rodó los ojos y suspiró, respirando el aire fresco de la noche.

Observó la luna y, haciendo algo que creía estúpido e incoherente, le preguntó mentalmente:

"¿Realmente lograremos salvar el mundo?" Pensó, sin esperar una respuesta concreta.

𝕯𝖊𝖆𝖉𝖑𝖞 𝕶𝖗𝖞𝖕𝖙𝖔𝖓𝖎𝖙𝖊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora