. 𝐀𝐍𝐄𝐔𝐑𝐘𝐒𝐌 ⭒๋࣭ ⭑ bill denbrough

siete.

─¿Hace cuánto llegaron aquí? ─le pregunta al chico, pasándose la mano por el pelo de manera ya un poco más tranquila que días anteriores.

Bill se encuentra más tranquilo ahora viendo la sonrisa del chico, como si fuera su expresión normal y no tuviera problemas con tenerla siempre en sus labios.

Era tan lindo.

Mira un momento al cielo, como recordando hace cuanto fue.─A Estados Unidos hace como dos semanas, aquí... Cinco o seis días. El verano aquí es raro...

─¿Por qué lo dices?

─El verano en Birmingham es distinto; hace más calor, pero sigue nublado, contaminado y húmedo. Gris pero el calor del verano se mezcla con el de las fábricas.

Le gustaba la forma en la que hablaba.

Tenía cierta forma de cantar algunas palabras, su voz era melodiosa y tenía una manera de que cualquier cosa sonara como si estuviera leyendo algo; como si no lo estuviera intentando en la marcha.

Le gustaba oírlo hablar.

Lo mira con la cabeza ladeada.─Me entiendes cuando hablo, ¿no?

Bill asiente, sintiendo un poco de vergüenza al entrar en cuenta en que quedó pegado y no le respondió.

─Es que he hablado con mucha gente que dice que no me entiende por el acento.

─Es bonito tu acento. ─y tan pronto como terminó de decir aquello, se arrepintió.

Ahora quería que lo tragara la tierra.

Pero oh. Ahora él se reía de su comentario.

─¿Tú crees? ─dijo, levantándose de la banca y comenzando a caminar con su bicicleta al lado, llamando al oji-azul lo siguiera.

Él traga saliva nervioso antes de asentir. ─Suenas como c-cualquier cant-tante inglés ─dijo, recordando la conversación con la señora May días atrás.

─Eso mismo me dijo la señora de la tienda...

Claro, ella no puede esperar mucho para entablar conversaciones con cualquiera que entre a la tienda.

─Es bastante simpática a pesar de lo mucho que habla ─algo más parecido a un murmuro que salió junto a un suspiro, pues bajo la vista al sentirse observado por el otro.

─Y tú eres bastante simpático para lo poco que hablas... ¿Bill?

Vuelve a levantar la mirada, sintiendo un cosquilleo en el vientre parecido a una oleada de calor, seguido de sentirse las manos aguadas y que el corazón le latía contra el pecho.

¿Por qué su nombre sonaba tan bonito en la voz de él?

Sonríe tontamente, metiéndose las manos a los bolsillos del pantalón, nervioso.─¿Georgie t-te dijo mi nomb-bre?

─Sabía que era tu hermano. Son calcados, de verdad ─se sonríe y mira al otro─, pero parece que el que sacó lo cotorra fue él, ¿no?

─Soy más de escuchar ─dice, ya sintiendo la cara dormida de tanto sonreír ─. Soy buen oyente.

Porque de todas formas, podría escuchar al otro hablar por varios minutos sin cansarse, solamente oyendo su voz ronca y baja, su entonación serena, su hablar sin trabas y ver su rostro expresarse sin aburrirse.

Era buen oyente.

─Es por tu tartamudez, ¿no?

De repente, siente un dolor en el estómago, un calor le sube por el pecho y las piernas le flaquean. Creía que lo estaba disimulando bien.

_____ nota en la angustia en la que sumergió su acompañante, al punto que incluso se alejó de él un paso.

─¡Perdón! Lo dije con mal tono, ¿no?

─No, no... No te preocupes. ─le sonríe, aguantando el pequeño nudo de ansiedad que se le acumuló en la garganta.

─Lo siento, en serio. No fue en mala intención. No se te nota casi nada, Bill, en serio, lo siento...

El aludido asiente. Era la primera persona que era así de considerado con él.

─Lo dije porque a mí me gusta hablar con la gente, ¿sí?

─Se nota.

El otro se lleva la mano a la boca, ahogando la risa.─¿Hablé mucho?

─La mayor parte del trayecto. Pero no importa; soy buen oyente.

Sí que lo sería.