Capítulo 8

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El autor refiere algunos detalles de los yahoos. -Las grandes virtudes de los

houyhnhnms. -La educación y el ejercicio en su juventud. -Su asamblea general.


Como yo conozco la humana naturaleza mucho mejor de lo que supongo que pudiera

conocerla mi amo, me era fácil aplicar las referencias que él me daba de los yahoos a mí

mismo y a mis compatriotas, y pensaba que podría hacer ulteriores descubrimientos por mi

cuenta. A este fin, le pedía frecuentemente el favor de que me dejase ir con las manadas de

yahoos del vecindario, a lo que amablemente siempre accedía, en la seguridad de que la

repugnancia que yo sentía hacia aquellos animales no permitiría nunca que me

corrompiesen; su señoría mandaba a uno de sus criados -un fuerte potro alazán, muy

honrado y complaciente- que me guardase, sin cuya protección no me hubiese atrevido a

tales aventuras, Porque ya he dicho al lector en qué modo fui atacado por aquellos animales

odiosos a raíz de mi llegada; y después, dos o tres veces estuve a punto de caer entre sus

garras, con ocasión de andar vagando a alguna distancia sin mi alfanje. Tenía además

razones para creer que ellos sospechaban que yo era de su misma especie, lo que

confirmaba a menudo subiéndome las mangas y mostrando a su vista los brazos y el pecho

desnudo cuando mi protector estaba conmigo. En tales ocasiones se acercaban todo lo que

se atrevían y remedaban mis acciones a la manera de los monos, pero siempre con signos

de odio profundo, como un grajo domesticado y ataviado con gorro y calzas es perseguido

siempre por los bravíos cuando le echan entre ellos.

Jonathan Swift: Viajes de Gulliver

El Autor de la Semana - © 1996-2000 Facultad de Ciencias Sociales – Universidad de Chile

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Desde su infancia son los yahoos asombrosamente ágiles; sin embargo, pude coger a un

muchacho pequeño de tres años e intenté aquietarle haciéndole toda clase de caricias. Pero

el endemoniado comenzó a gritar, a arañar y morder con tal violencia, que me vi precisado

a soltarle; y lo hice muy a tiempo, porque al ruido había acudido, y ya nos rodeaba, un

verdadero ejército de animales grandes, los cuales, viendo que la cría estaba en salvo -pues

echó en seguida a correr-, y como mi potro alazán estaba al lado, no se atrevieron a

arrimarse. Advertí que la carne del pequeño exhalaba un olor muy fuerte, como entre hedor

de comadreja y zorro, pero mucho más desagradable.

Por lo que pude ver, los yahoos son los más indómitos de los animales; su capacidad no

pasa nunca de la precisa para arrastrar o cargar pesos. Opino, sin embargo, que este defecto

nace principalmente de su condición perversa y reacia, pues son astutos, malvados,

traicioneros y vengativos. Son fuertes y duros, pero de ánimo cobarde, y, por consecuencia,

Los viajes de Gulliver por Jonathan SwiftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora