Elogio de los lugguaggianos. -Detalle y descripción de los struldbrugs, con numerosas
pláticas entre el autor y varias personas eminentes acerca de este asunto.
Los luggnaggianos son gente amable y generosa, y aunque no dejan de participar algo
del orgullo que es peculiar a todos los países orientales, se muestran corteses con los
extranjeros, especialmente con aquellos a quienes favorece la corte. Hice amistad con
personas del mejor tono, y, siempre acompañado de mi intérprete, tuve con ellas
conversaciones no desagradables.
Un día, hallándome en muy buena compañía, me preguntó una persona de calidad si
había visto a alguno de los struldbrugs, que quiere decir inmortales. Dije que no, y le
supliqué que me explicase qué significaba tal nombre aplicado a una criatura mortal.
Hízome saber que de vez en cuando, aunque muy raramente, acontecía nacer en una familia
un niño con una mancha circular roja en la frente, encima de la ceja izquierda, lo que era
infalible señal de que no moriría nunca. La mancha, por la descripción que hizo, era como
el círculo de una moneda de plata de tres peniques, pero con el tiempo se agrandaba y
cambiaba de color. Así, a los doce años se haría verde, y de este color continuaba hasta los
Jonathan Swift: Viajes de Gulliver
El Autor de la Semana - © 1996-2000 Facultad de Ciencias Sociales – Universidad de Chile
110
veinticinco, en que se tornaba azul obscuro; a los cuarenta y cinco se volvía negra como el
carbón y del tamaño de un chelín inglés, y ya no sufría nunca más alteraciones. Dijo que
estos nacimientos eran tan raros, que no creía que hubiese más de mil ciento struldbrugs de
ambos sexos en todo el reino, de los cuales calculaban que estarían en la metrópoli
cincuenta, y que figuraba entre el resto una niña nacida hacia unos tres años. Estos
productos no eran privativos de familia ninguna, sino simple efecto del azar, y los hijos de
los mismos struldbrugs eran mortales, como el común de las gentes.
Reconozco francamente que al oír esta historia me asaltó satisfacción inefable; y como
ocurriese que la persona que me la había referido conociera el idioma balnibarbo, que yo
hablaba muy bien, no pude contenerme, y prorrumpí en expresiones un poco extravagantes
quizá. Exclamaba yo en aquel rapto: «¡Nación feliz ésta, en que cada nacido tiene al menos
una contingencia de ser inmortal! ¡Pueblo feliz, que disfruta tantos vivos ejemplos de viejas
virtudes y tiene maestros que le instruyan en la sabiduría de pretéritas edades! ¡Pero
felicísimos sobre toda comparación estos excelentes struldbrugs, que, nacidos aparte de la
calamidad universal que pesa sobre la naturaleza humana, gozan de entendimientos libres y
despejados, no sometidos a la carga y depresión de espíritu causada por el continuo temor
de muerte!» Manifesté mi admiración de no haber visto en la corte ninguna de estas

ESTÁS LEYENDO
Los viajes de Gulliver por Jonathan Swift
KlasikLos viajes de Gulliver o Gulliver's Travels es una novela de Jonathan Swift, publicada en 1726.