One Shots +18 con tus personajes favoritos de My Hero Academia.
Apto para hormonales, sin censura.
"Como una buena consumidora de videos +18, puedo decir que sin una historia, el p*rno se vuelve aburrido." -Mi amiga yess.
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Hikaru estaba en su Empresa de Gerencia de Héroes, justamente trabajando para Shinso Hitoshi, el héroe del momento. Al que hizo subir varios puestos en el ranking gracias a sus estrategias.
Daba vueltas de aquí para allá en el set, revisando la iluminación y todo.
Cuando estuvo terminado, envió al héroe a casa. Ordenó a los demás pasantes organizar todo para el siguiente héroe.
—Señorita Hikaru. —Mencionó una pasante chica.
—Habla. —Dijo revisando un traje formal de marca de lujo, estaban quitándole las pelusas y cualquier arruga que tuviese, al igual que preparando el antifaz del héroe.
—Preparé la estrategia para Shoto, me gustaría que la revise. —Mencionó la chica mostrándole en su tableta el texto.
Hikaru lo revisó rápidamente.
—El apartado dos... —Mencionó deslizando su dedo suavemente sobre la pantalla para continuar leyendo.— Shoto es bueno por sí mismo, nosotros no controlamos el cómo se comportan, sólo el cómo la sociedad los ve. ¿Está bien?
—Sí...
—Corrígelo y tráelo de nuevo para revisarlo juntas a detalle.
Hikaru vio la hora en su reloj de muñeca y caminó con prisa a la entrada principal de su edificio, saludando a cualquiera que se le atravesara.
—Señorita Hikaru, la asistente del héroe Shoto llamó, quiere organizar una cena.
Parecía como su sombra, pues era su asistente personal. También se encargaba de los detalles de su vida.
—Fíjala para la próxima semana. —_____, dueña de todo el imperio estaba nerviosa por tener a este héroe en su edificio. Tan nerviosa estaba que posponía todo por lo que esperaba.
Era la primera vez que él venía.
Acomodó su blazer, al igual que su pantalón y miró sus zapatos, asegurándose de que todo estuviese en su lugar, peinando un poco su cabello con sus manos.
Se revisó el maquillaje rápidamente en el reflejo de su celular y lo guardó en su bolsillo.
Secó el sudor de sus manos en su trasero y vió el lujoso auto aproximarse. Miró el reloj en su muñeca de nuevo.
Vió al alto y fornido hombre salir del auto, tragó saliva.
—Bienvenido, Bakugo. —Mencionó Hikaru estrechándole la mano.
—Hagamos esto, tengo una cena. —La pasó de largo después de saludarla.
Ni siquiera saludó a la asistente, que se quedó al lado de Hikaru.
Soltó un suspiro y ambas fueron detrás de él.
—Por ahí no es. —Dijo _____.
Bakugo se regresó para ir por la dirección correcta y se adelantó de nuevo.
