Put me back in it

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" Si pudiera abrazarte por un minuto"

"If i could hold you  for minute"

Pete regresó a casa después de su encuentro con su amigo Dan, ya acostumbrado a llamar hogar al espacio que Lucca le proporcionaba en la imponente Mansión.

El  refugio de pertenencia en medio de un mundo lleno de intrigas y peligros.

Pete estaba agradecido con Lucca.

Al adentrarse en la residencia, Pete pasó de largo frente al despacho. Sabía que en breve El Consigliere estaría presente y que Lucca y su séquito se encontrarían ocupados en una reunión privada a puertas cerradas.

Mientras tanto, la comitiva ya había comenzado con la importante reunión. Pete esperó pacientemente su momento para ser presentado.

El salón estaba sumido en un silencio tenso, solo roto por el suave murmullo del fuego en la chimenea. Pete se sentó en una silla cerca de Lucca, sus manos entrelazadas en su regazo mientras observaba la entrada del Consigliere.

El hombre mayor, de presencia imponente y mirada aguda, cruzó la puerta con una autoridad que llenaba la habitación.

Lucca se levantó para recibirlo, con una expresión de respeto y una sonrisa que parecía casi forzada.

—Consigliere— dijo Lucca con formalidad. —Gracias por aceptar la reunión ahora voy a presentarlo —

— Pete, entra. Permíteme presentarte a nuestro Consigliere, Jean Carlos —anunció Lucca con voz firme, señalando al hombre de mirada penetrante y presencia imponente.

El Consigliere se sentó en el sillón principal, mirando a Pete con una intensidad que lo hacía sentir expuesto.

Lucca intercedió rápidamente.

—El Consigliere ha venido para discutir los términos de tu integración en el negocio, Pete—

Consigliere asintió, sus ojos recorriendo la sala hasta posarse en Pete. —Lucca,— comenzó con una voz grave, —me han contado mucho sobre este joven—

Pete se levantó también, tratando de mantener la compostura. —Soy Pete— dijo, extendiendo la mano.

El Consigliere lo miró sin tomar la mano, su expresión inmutable. —Pete. Así que eres el protegido de Lucca.—

— Debo decir que la gente normal compra souvenir, cuando visita una ciudad. Pero Lucca realizó una excepción a la regla, trajo a una persona.

— Ho salvato la mia vita e, di conseguenza, ho salvato la sua.

— Jamás es motivo, para tales excepciones— sentenció el hombre y su vista paso nuevamente recorriendo por toda la humanidad de Pete. —He revisado tus credenciales y el tiempo que has pasado bajo la tutela de Lucca. Hay que considerar si tu lealtad está a la altura de nuestras expectativas.”

Pete tragó saliva, sintiendo la presión de las palabras del Consigliere. “Estoy dispuesto a aprender y a hacer lo que sea necesario,” dijo, intentando sonar firme.

El Consigliere levantó una ceja. —¿Dispuesto? No es solo cuestión de disposición, joven. Se trata de lealtad, de valores que se demuestran en acciones, no en palabras.—Mascullo— Somos socios de confianza, amantes del silencio. ¿Por qué crees que somos considerados los mejores y una de las mafias más poderosas? —inquirió Jean Carlos, desafiante.

El joven guardó silencio, buscando en la mirada de Lucca un respaldo en medio de la tensión palpable en la habitación.

Lucca intervino con tono conciliador.
—Consigliere, Pete ha demostrado un gran compromiso y ha aprendido mucho en este tiempo. Su deseo de integrarse y contribuir al negocio es genuino.

Wicked GameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora