Wicked Game

Extra : For you

Disclaimer: Los personajes, la música y las imágenes, son de sus respectivos autores.

Bien, primero agradezco a las personas que dejan un comentario, una 💫 estrellita . Gracias en verdad.

Puede, pero tal vez no actualice seguido. Es por los estudios.

No me gustaría dejar inconclusa este fic, pero trataré. La inspiración se va al ver que tengo pendientes con los estudios y el trabajo.

Bueno😅.... me dejó de lamentaciones y a lo que vinieron.

For you

Pete abrió los ojos lentamente, como si despertara de un sueño profundo y confuso. La habitación estaba bañada en una luz tenue y cálida que suavizaba la dureza del lugar. Los sonidos eran amortiguados y, lo primero que distinguió, fue el murmullo suave de una respiración cercana. Su visión aún era borrosa, pero pudo reconocer una figura familiar a su lado.

A su izquierda estaba alguien mayor, con el rostro cansado pero lleno de una ternura desesperada.

Vegas había estado a su lado durante cada minuto de la larga vigilia, cuidando de Pete con una devoción que parecía desafiar la fatiga. Sus ojos, aunque marcados por la falta de sueño, brillaban con una mezcla de alivio y emoción.

-Pete... ¿estás despierto?- preguntó Vegas, su voz temblando de esperanza e incredulidad. Se inclinó más cerca, extendiendo su mano a lo largo de la cama en un gesto de apoyo constante.

Pete intentó hablar, pero sus palabras salieron arrastradas, casi incomprensibles. -¿Qué... qué pasó?- La confusión era evidente en su rostro, y sus ojos parpadeaban con dificultad, tratando de enfocar los detalles a su alrededor.

Vegas tomó una respiración profunda antes de responder, como si cada palabra que dijera requiriera una precisión casi sagrada.

-Te desmayaste, Pete. Fue grave, pero has vuelto. Los médicos pensaron que no

despertarías.

La mente de Pete luchaba por ensamblar fragmentos de recuerdos dispersos. La última imagen clara que tuvo fue de un dolor agudo, una sensación de caída, y luego, la oscuridad. Ahora, todo eso parecía desvanecerse en una nebulosa de incertidumbre.

-No... no entiendo. ¿Cuánto tiempo...?- murmuró Pete, su voz apenas un susurro.

Vegas lo miró con una mezcla de alivio y preocupación.

-Ha pasado una semana. Una semana en la que esperé cada día, cada hora, para ver tus ojos abrirse de nuevo.

Un silencio cargado de emoción se apoderó de la habitación. Pete intentó recordar más, pero los recuerdos parecían jugar al escondite. Solo podía enfocarse en la presencia de Vegas, en la calidez de su mano y en la expresión de devoción en su rostro.

-Gracias- dijo Pete finalmente, su voz más clara. -Por estar aquí.

Vegas sonrió, una sonrisa que parecía tener el poder de iluminar el mundo.

-Siempre estaré aquí, Pete. Siempre.

Tomó una mano de Pete entre las suyas, estrechándola con ternura. Era un gesto simple, pero en ese momento significaba más que cualquier palabra. Pete no podía recordar bien quién era, pero la familiaridad de Vegas lo hizo dudar en preguntar; no quería borrar la felicidad en sus ojos.