Capítulo Tres

194 23 2
                                    

"Pruebas"

Primer Día De Entretenimiento.

PERSPECTIVA DE _________.

La cabeza me dolía como si me hubieran martillado la cabeza, abrí los ojos lentamente sentándome en la orilla de la cama. Revisé a mi alrededor para ver si todo estaba en orden, todo.

Excepto por qué la cama en la que me encontraba era la única en toda la habitación. Era mucho más pequeña de lo que estaba cuando llegué, con las mismas cosas solo que para una persona, yo.

Me paré de un salto revisando cada rincón sin resultado alguno.

Cómo si se tratase de una broma o un truco, un traje apareció delante del armario. Confundida fuí directamente hacia la puerta intentando forzarla para ver si alguien podía abrirla mientras que yo estaba ocupada revisando el baño, pero el cerrojo estaba puesto y solo se podía abrir desde afuera. Un conjunto de ropa colgado frente al armario, era lo único que destacaba entre todo lo inusual de la habitación.

«Tiene 10 minutos para vestirse»

Una voz resonó en toda mi habitación, estaba claro que colocaron bocinas alrededor y quién sabe, cámaras también.

Traté de cambiarme lo más rápido que pude sin tener alguna explicación de esto, me miré frente al espejo apreciando más de cerca la ropa: pantalones negros ajustados, una túnica de manga larga color grisáceo y zapatos de cuero, al costado de mis hombros que sobresalía un número 12 de color rojo.

«2 minutos» anunció la voz.

Caminé de un extremo de la habitación a otra esperando a que pase el tiempo para averiguar qué es lo que estaban tramando, miré el reloj de manecillas marcando las 10 en punto. Levanté la vista cuando se escuchó como abrían la puerta dejando ver a dos hombres vestidos de blanco, cascos y por supuesto, un arma que sostenía con un brazo.

—Señorita _______, acompáñenos.

Sin cruzar palabra con ellos los seguí, un guardia delante mío y otro detrás. El hombre delante de mí era mucho más alto, robusto, pero algo captó mi atención aparte de todo lo demás. En el costado de su hombro izquierdo, muy bien escondido, un parche rectangular color negro y letras que relucían en blanco.

CRUEL.

Me quedé muy quieta en mi lugar, aún pensando en el "rescate"  que se suponía que era huir de CRUEL. ¿Todo era una maldita mentira? El hombre detrás mío me dio un empujón con la boquilla de su arma obligándome a avanzar. Si en realidad seguíamos en CRUEL debería de poder avisar a los demás pero... ¿cómo?

Seguíamos caminando por pasillos, doblando a la izquierda, derecha, cuartos que conectaban con ¿Adivinen qué? Más pasillos. Me comenzaba a hartar hasta que llegamos al lugar.

¡Al fin!

Abrieron camino entre la puerta de la nueva habitación para encontrarme que era la única que faltaba, un grupo de al menos 24 chicos de ambos géneros —incluyéndome—, todos formados en un círculo, de lo poco que pude analizar de todo el salón, maniquíes con dianas en el centro, armas separadas por cada tipo, pesas, entre otras cosas. Me uno en el único espacio vacío que queda, una mujer alta y atlética que hizo llamar así misma, Lexie nuestra entrenadora, da un paso adelante y nos empieza a explicar el horario de lo qué era nuestro entrenamiento.

—Podrán entrenar con lo que les llame la atención, la idea de esto es que recuerden las habilidades que tiene cada uno de ustedes, está prohibido realizar ejercicios de combate con otro individuo que no sean los auxiliares de cada estación.

The Victors Alive || Newt y tú [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora