Capítulo Ocho

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"El Sauce Llorón"

PERSPECTIVA DE _____.

—Winston, ¿me escuchas? —dijo Newt pero el chico seguía sin responder.

—Tengo una idea —habló Rye más para sí mismo que para el resto de nosotros. Se puso de pie y juntó ambas manos para ampliar su voz—. ¡Abner, las varillas!

El pelirrojo lo miró extrañado pero dio a entender su plan y alzó el pulgar. Me dediqué a buscar otras vendas en mi mochila, por desgracia se iban acabando rápidamente. Le pedí ayuda a Teresa de sentarlo en lo que le quitaba la venda y la cambiaba por una nueva, la vieja tela ya se había teñido de un color rojizo y negro que daba miedo.

No sé cómo pero Abner y Rye lograron hacer una "camilla" lo bastante decente como para que cargará a Winston extrañamente funcionó por lo que Abner y Rye lo arrastraron sobre la montaña de arena.

Los rayos que irradia el sol quemaban sobre la piel sin olvidar la sed que provocaba, nadie hablaba tratando de controlar sus ansias de tomar una botella de agua. Y el fuerte viento no ayudaba en lo absoluto.

—¡Tenemos que buscar refugio! —gritó Thomas.

Corrimos hacia una pila de escombros que nos hacía cubrirnos del horrible sol, también para descansar un poco.

—Winston no va a resistir —susurré.

Mi novio asintió comprendiendo y viendo a lo lejos Thomas con Teresa

—¿Cuánto falta? —preguntó Newt.

Miré a Ivy que ya no escondía su mano, si no que la había dejado al descubierto. Un rollo de venda yacía en mi mochila, solo quedando tres vendas. Había perdido la cuenta al estar cambiando constantemente a Winston que no me percaté que ya no había más. Ella lo notó y le lancé el rollo, lo atrapó ágilmente. Primero me miró con desprecio pero después se alejó de todos para vendarse así misma.

—Un poco más.

Esa respuesta me preocupó aún más.

—No fue convincente.

Newt tomó asiento a lado mío instantáneamente recargué mi cabeza en su hombro. El sólo dejó un beso en mi frente.

—Tranquila, vamos a salir de ésto —entrelazó sus manos con las mías.

Sonreí.

Eso es lo que me hacía más enamorarme de él, a pesar de las circunstancias lograba sacarme una sonrisa y olvidarme de todo por unos segundos.

La tranquilidad se esfumó cuando un disparo resonó en todo el lugar, Rye y Sartén que eran los más cercanos a Winston, el primero lo detuvo de los hombros y Sartén solo le quitó el arma.

—¿Qué pasó? —Teresa y Thomas llegaron corriendo, si no fuera por eso no me habría dado cuenta que no estaban.

—¡No lo se! Solo tomo el arma y...

Salí del pequeño trance en el que me encontraba, hasta que caí en cuenta que era «relativamente» la única sanadora que seguía en pie. Era una forma muy dura de aceptarlo.

—¡Winston! —corrí pero me detuve cuando el chico comenzó a toser tan fuerte que expulsó un líquido negro. Eso hizo que volviera a reaccionar sentándome junto a él.— Estarás bien, tranquilo. -traté de consolarlo en un débil intento.

—Está creciendo dentro de mí... —se levantó la camisa dejando a la vista la grande y fea herida. Está peor, mucho peor. Se ha hinchado más, y la piel está inflamada. Entonces veo las líneas rojas que le empiezan a subir por la pierna: septicemia. Si no recibe atención médica, morirá, ese era el problema tendríamos que regresar con CRUEL para lograr salvarlo, al menos para curar la septicemia. El virus es de lo que no estaba segura —definitivamente esa no era una opción— Rye se me quedó mirando como si supiéramos algo que los otros no.

—No voy a poder... Por favor, amigos. No dejen que me convierta en una de esas cosas.

Yo solo miré a Newt esperando alguna indicación, pero solo lo miraba por tristeza hasta que le quitó la pistola a Sartén. Me asusté al pensar que dispararía en cambio dejó el arma sobre el pecho de Winston.

—Gracias... Ahora, váyanse de aquí.

Todos empezaron a tomar sus cosas, mientras que pasaban de uno en uno hablando con él yo solo miraba como los chicos; Newt, Minho, Sartén y Thomas se despedían de Winston con más tristeza. Todos sabían cuál era su final incluyéndolo a él, pero al menos quería que lo olvidará por unos momentos. Tomé mi mochila y me acerqué a él.

—No deberías seguir aquí.

—Tal vez, pero quería despedirme de un buen amigo. —golpeé ligeramente su hombro.

Soltó una risa.

No se me ocurre otra cosa de la que hablar pero sentía la necesidad de hacerlo.

—¿Sabes? Mi canción favorita siempre fue El Sauce Llorón.

Tal vez entendía su indirecta.

—¿Así? También la mía, ¿qué tal si la cantamos? Una última vez.

Una ligera sonrisa se dibujó en su rostro y asintió.

Mi corazón está triste y estoy solo. Por el único que amo ¿Cuándo lo veré? Oh, no, nunca hasta que nos encontremos en el cielo arriba.

Cerró sus ojos lentamente como si tomará un descanso en el Área rodeado de sus animales.

Me levanté sin dejar de cantar mientras que me iba poco a poco.

Oh, entiérrame debajo del sauce. Debajo del sauce llorón. Para que sepa dónde estoy durmiendo. Y, tal vez, llorará por mi...

La voz de Winston se hacía más lejana igual que la mía, llegué junto con los demás.

Me dijo que me amaba muchísimo. ¿Cómo podría creer que no era cierto? Hasta que los ángeles susurraron suavemente "Él te resultará falso"

Tomé la delantera mientras seguía con la canción, hasta que me detuve en seco al escuchar el disparo. Mi labio inferior comenzaba a temblar y las ganas de llorar me comían por dentro.

Oh, entiérrame debajo del sauce. Debajo del sauce llorón. Para que sepa dónde estoy durmiendo Y, tal vez, llorará por mí.

Mañana era el día de nuestra boda. Oh Dios, oh Dios, ¿dónde puede estar? Está cortejando a otra y ya no se preocupa por mí.

Mi voz empezaba a cortarse pero no me iba impedir seguir.

Oh, entiérrame debajo del sauce. Debajo del sauce llorón. Para que sepa dónde estoy durmiendo. Y, tal vez, llorará por mí

Al menos sé con certeza que del otro lado Winston no estaría solo.

***

(N/A: Lamento tanto no actualizar pero lo haré cada vez que pueda.)

The Victors Alive || Newt y tú [#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora