Capitulo V. Música chamánica

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Clarisse sabía que debía moverse rápidamente, era el momento de colocar la que sería su ficha dentro de la junta directiva de la empresa, luego que comenzaran a hacerse visibles los cambios que se estaban generando en George se haría imposible.

-Como está jefe, aquí esta su tecito, dije colocando la bebida al costado derecho de su escritorio, el mismo que diariamente me encargaba de tenerlo ordenado, hasta el visual de sus cosas estaba pasando a estar bajo mi dominio.

-Esta semana se reúne la Junta Directiva, jefe. ¿No cree que sea el momento?

-¿El momento para qué Clarisse?

-Para ser designado vicepresidente, jefe. Todos saben que serás el heredero de la misma, y luego de tu gran éxito en la firma con Derby no hay mejor momento que este para comenzar a asumir tareas en el manejo global de todo, y no solo en las ventas, debes tener incidencia en lo que la empresa es, lo que produce, en sus fines y la cultura corporativa, algún día todo esto será tuyo.

George se quedó pensando, hasta ahora había sido toda su vida una especie de extensión de su padre, sin demasiada autonomía ni margen de vida propia ¿Qué debía hacer para poder disfrutar de libertad? ¿Tratar de pasar desapercibido alejándose lo más que le era posible de los designios de su padre? ¿Tratar de pasar agachado, o ser capaz de confrontarlo?

-Creo que tienes razón Clarisse, me contestó, luego de haber cavilado unos momentos, hagámoslo.

-Maravilloso jefe, ya yo había venido organizando una especie de red entre las secretarías de los directores y de quienes están cercanos a las decisiones de la Junta para ir promoviendo su candidatura e intercambiando informaciones.

Se me quedó mirando y me dijo "eres maravillosa Clarisse, vas siempre un paso por delante"

-No solo un paso, dos. Le dije mientras me daba la vuelta para que no notase mi sonrisa luego de la enigmática frase.

El viernes en la mañana todo estaba consumado. George Wright era el nuevo vicepresidente de Man Corporation.

*****

Era viernes, debía tomar la iniciativa, y hacerlo temprano, ya había acordado con Clarisse para que me indicase cuál era el mejor momento para llamarlo.

Tilín, sonó mi celular, era el mensaje de Clarisse, "llámalo ahora, no va a tardar en salir y hace ya un rato le llevé su tecito, está eufórico por su nombramiento".

-Aló, George, es Gloria, ¡hoy es día de fiestar!, ¿Por qué no me buscas en mi casa, vamos a bailar, y luego ... ¿Tú sabes?, si, si, bien, entonces pásame buscándome como a las 11, perfecto, un besote, me muero de ganas de tenerte en mis manos. Bye. Listo, a arreglarme y a tenerlo todo preparado.

Ding, dong. Once en punto.

Lo miré de arriba a abajo, quería que se sintiera evaluado, esperé unos 3 segundos antes de decir nada, quería hacerlo sentir un poco inseguro de su aspecto, era el juego someterlo al carrusel de inseguridades y recompensas.

-¿Cómo vas a ir a una disco con esa camisa? parece que fueses a trabajar, no, no, no. Tienes que ponerte algo más provocador, algo más sexy, quiero verte deseable esta noche y disfrutarte, le dije. Espera aquí, y lo dejé en el recibidor mientras fui a mi dormitorio a buscar la prenda que ya tenía preparada para él.

-Toma, ponte esto, le dije, dándole una camiseta confeccionada con una sutil malla negra semitransparente

-¿Esto? Me preguntó, Difícilmente entré, además ...

Desmalezando en taconesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora