[George]
En este momento la música llenaba mis sentidos, un cadencioso ritmo tropical que invitaba a moverse, a la alegría, al baile. Ya esos días en donde con mucha timidez comencé a ejercitarme con el baile habían sido superados. No fue fácil vencer primero las trabas mentales que una educación machista me había impuesto y luego las rigideces de un cuerpo no acostumbrado a moverse, a disfrutarse, a sentirse. A los hombres desde pequeños se nos castra el placer corporal, centrándose todo en la explosión del falo, parecería que valorar y disfrutar el resto del cuerpo, desde la epidermis hasta los tendones nos afemina, incluso hasta el trabajo muscular del "macho" tiene más que ver con el dolor de levantar enormes cantidades de peso que con el placer de la elongación y el stretching del cuerpo. Yo estaba encontrando en el baile una experiencia sensorial y hasta sensual muy gratificante. No dejo de darle las gracias a mi ángel Gloria por incentivarme.
Por supuesto hube de romper con muchos prejuicios, comenzando por ser el único hombre en una clase de baile de chicas, a pesar del recurrente "No te preocupes, el baile también es para hombres, hemos tenido algunos antes" pero el hecho es que en este momento yo era el único presente, en una atmósfera muy femenina.
-Vamos chicas a mover las caderas, nos animó la instructora, La música subía en intensidad y todas se balanceaban rítmicamente con una cadencia que aún me costaba emular a pesar de mis progresos.
-Así Georgi, me animó Clarisse quien estaba justo detrás de mí. "Mueve más la cintura, vamos, tu puedes, disfrútalo, dale un poco más de movimiento"
Yo trataba de quebrar mi cintura al compás de la música tratando de darle al penduleo de mis caderas la mayor amplitud posible, pero aún no resultaba fácil para mí.
-Espera, te tengo un truco que creo que te ayudará, y dicho esto me colocó sobre mis shorts de lycra una especie de faldita corta hecha de tiras. "trata de moverte y que las tiras de tu falda se levanten, veras que mientras más te bamboleas más vuelo van a tomar, trata de que siempre estén en el aire, flotando alrededor tuyo"
Era como un juego muy divertido, a medida que movía mis caderas con más amplitud y que mi cintura giraba con más soltura, la falda se levantaba más y más, el reto era mantenerla flotando a mi lado, todas las otras chicas me animaban "Así, así, así Georgi vas bien, lo estás haciendo"
En determinado momento Gloria activó la vibración del plug que había insertado en mi ano. "Así Georgi, menéalo más, ponte más divina, así rica, disfrútalo, goza la música" Me dijo Gloria en una frase cuya interpretación quedaba sujeta a la íntima complicidad que habíamos desarrollado.
Afortunadamente al finalizar la rutina de baile, la faldita que llevaba puesta tapaba la humedad que mi excitación había provocado en mis mallas, una gota de líquido preseminal hubiese sido claramente visible de no llevar la falda, me la dejé puesta hasta que pude entrar al vestuario a cambiarme para ir a la oficina.
ESTÁS LEYENDO
Desmalezando en tacones
Ficción GeneralClarisse era una mujer con cierto secreto, que había esperado buena parte de su vida para obtener lo que ella pensaba que le pertenecía en justicia, lentamente irá desarrollando su plan que transformará la vida de mucha gente, buscando la compensaci...