Capitulo 10: El Orbe

2 2 0
                                    

Me encontraba en el establo, buscando a Dala, mi caballo desde niña, y había preparado con antelación todas las cosas que utilizaría.

-¿A dónde va, princesa?-me topa por sorpresa la voz de Benjamín, parecía que siempre me estuviera persiguiendo.

- Buenos días, Benjamín.

- No responde mi pregunta.

- ¿Y por qué te importa?

- Porque siento que cierta persona tiene intenciones de destruir el orbe más poderoso del mundo. ¿O me equivoco?

- Cállate, y no digas nada.

- Ahora estás negociando.

- ¿Que es lo que quieres?

- Ir contigo.

- JAJAJAJA, que lindo y atento de tu parte pero se cuidarme sola.

Cuando iba a montar a Dala me resbale pero por mala suerte me atrapó Benjamín.

Apenas siento las manos de Benjamín encima de mí, me las sacudo y me subo al caballo.

- Si vas a decirles, por mi diles no me importa.

Digo eso y me largo camino a las profundidades del bosque, hasta llegar a la entrada de la cueva.

Di un profundo suspiro antes de entrar a la cueva y ver por última vez la luz del día.

Y me adentré a la cueva.

Todo estaba menos tenebroso que hace unos meses.

De hecho estaba mejor.

Habían flores y pasto.

Ya no era tan tenebroso.

¿A qué se deberá eso?

Luego de mucho tiempo de andar, Dala se detuvo y nos tomamos un descanso para comer y tomar agua.

Habíamos llegado a una especie de oasis no estaba así la primera vez que vine.

Es muy relajante.

Pero debía seguir emprendiendo mi viaje.

...

Luego de tanto andar finalmente llegamos.

El Orbe.

Allí estaba.

Brillando más que nunca.

Pareciera que me estuviera esperando.

Saco mi espada y un hacha, para empezar a romperlo.

Pero justo antes de golpearlo.

El Orbe me hace tener una visión sobre las plantas, flores árboles y animales.

Al parecer el orbe permite que la naturaleza funcione.

No hay que destruirlo, hay que protegerlo.

Nesecitaba salir de la duda del sueño de aquella noche, así que me acerco para tocar el orbe.

Y allí estaba caminando por el bosque con Amadeo, hasta que de pronto un lobo se le avalanzó encima a Amadeo, lo más extraño que ví, en serio no lo podía creer.

Amadeo se transformó en un lobo.

¿Pero como es posible?

Y yo corrí hasta la cueva pero el lobo me alcanzó y clavó sus uñas en mi estómago.

Y ya nos sabemos la historia.

No es posible.

Amadeo es un lobo.

En otra vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora