Punto de inflexión

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Max y yo entramos al vestuario y dejamos las mochilas en las taquillas. Max se cambia delante mía y yo agarro mi ropa y me meto en un baño a cambiarme. Salgo del baño y guardo la ropa en mi taquilla. Salimos a la pista y veo al resto de mis compañeros.

—¿Por que no has ido a clase? —Pierre me pregunta. —¿Estabas con Carlos?

—Si. —Contesto mientras comienzo a calentar mis articulaciones.

—¿Ahora sois besties? —Me pregunta y yo no puedo evitar echarme a reír por cómo lo ha dicho.

—Pasas mucho tiempo con Kika. —Max le choca ligeramente riendo.

—Hemos arreglado las cosas. —Le contestó a Pierre entre risas.

—Eso es genial. —Pierre me regala una sonrisa sincera.

Viene mi entrenadora y se pone entre Max y yo.

—¿Qué? ¿Estáis preparados? —Nos mira a todos con una sonrisa.

—Me lo voy a pasar como un niño pequeño. —Dice Pierre.

—Lily, ¿yo hoy colocó o pegó? —Max mira a la entrenadora. —Porque yo quiero pegar.

—Mi plan es que Lando coloque todo el rato, pero si nos quedamos estancados en alguna rotación, cambiarías posición hasta salir de ellas. —Lily me mira a mi. —¿Te parece bien?

—Perfecto. —La sonrió.

—Pues venga, a hacer líneas.

Nos colocamos y empezamos a hacer la rutina de calentamiento.

Los de Bath empiezan a entrar y se van al otro lado de la pista. Me quedo mirando especialmente a uno, Oscar Piastri. Oscar y yo tenemos una relación complicada, siempre coincidíamos en los campamentos de verano de voleibol, pero nuestra rivalidad en la pista era mayor a cualquier amistad. Actualmente ni nos saludábamos desde que mi equipo destrozará al suyo en la final del año pasado.

La gente empieza a llegar, gente que apoya al otro instituto y nuestros amigos. George y Álex van con unas antiguas equipaciones mias y Daniel lleva la sudadera de Max.

Agarramos el balón para ponernos por pareja y me pongo de espaldas a la grada. No me gusta mirar a la grada por si me distraigo. Mi pareja de calentamiento es Max ya que, como tal somos nosotros los colocadores, aún que Max fuera opuesto.

Llaman a los capitanes y me acercó a la mitad del campo. Le doy la mano al arbitro y a Oscar, me esta mirando con una sonrisa divertida. El arbitro lanza la moneda y ganó el sorteo.

—Mucha suerte Lando, la vas a necesitar. —Me dice y alzó una ceja.

—La suerte la vas a necesitar tú. —Le veo reír y me hierve la sangre.

Me acercó a la entrenadora y decimos que tenemos saque mientras el árbitro indica ataque por cuatro.

Miro por primera vez a la grada y sonrió levemente de manera inconsciente. Está Carlos en la grada, al lado de George. Alzó una mano y le saludo antes de empezar a colocar las bolas a mis compañeros.

Después de calentar por cuatro, por dos y al saque vamos a saludar al otro equipo antes de volver con nuestro equipo.

—Posiciones. Lando a uno, sacas. —Asiento levemente. —Max estás en cuatro, Pierre estás en cinco, Logan estás en dos, Esteban en tres y David en seis. Sales tú de libero. —Mira a Peter y este asiente.

Los mencionados nos vamos al fondo de la pista y nos hacemos un círculo.

—Escucharme, quiero ganarles, quiero que les reventéis la cabeza. —Digo. —Sobretodo a Oscar.

Segundas oportunidades || CarlandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora