Bajo los efectos de la música y el vodka

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—¿Preparado? —Carlos me mira y yo intento controlar mi respiración. —Tranquilo, recuerda que no estás solo. —Me extiende su brazo y lo agarró con fuerza.

—¿Y si es borde?

—Tiene bastantes buenas reseñas en internet. He leído sus libros también, es muy buena escritora.

—Te has informado mejor que yo. Yo solo sé que se llama Judi.

—Me gusta ir sabiendo las cosas. —Entramos a la consulta y me registro en recepción.

La secretaria me entrega un papel y me dice que lo tengo que rellenar y luego entregárselo.

—¿Te has comido hoy todo? He visto que la comida si, aún que te ha costado.

—No estoy acostumbrado. —El moreno me asiente y nos sentamos en unas sillas.

Comienzo a rellenar el papel mientras Carlos está con su móvil. Lo acabo y se lo entrego antes de sentarme a su lado. Me pongo yo también con el móvil, contestando algunos mensajes y leyendo unos apuntes que me he mandado al móvil.

—¿Qué tal llevas el examen de mañana?

—Bastante bien, ¿tú? —Le miró.

—Me sigo sin quedar con algún escritor, pero bien también.

—Lando. —Sale una mujer joven de una sala y levanta la mirada hacia mi. —Ya podéis pasar.

Miró a Carlos con ligera angustia y se levanta extendiendo su brazo. Lo agarró con ligero nerviosismo y entramos a la consulta.

Es una sala bastante acogedora, tiene muchas plantas y velas que decoran el lugar. Hay un sillón blanco y unos sofás a los laterales de color beige. Me siento con Carlos en el sofá y ella se sienta en uno de los dos sillones.

—Un placer Lando, mi nombre es Judi, espero que nos caigamos bien. —Mira hacia Carlos y luego su libreta. —Tú debes ser su acompañante.

—Si, me llamo Carlos y soy su amigo. —El moreno la sonríe y ella le devuelve la sonrisa antes de mirarme a mi.

—Perfecto, vamos a empezar. —Mira su libreta y luego me mira a mi. —Cuéntame un poco de ti, de tus hobbies por ejemplo.

—Me encanta jugar al voleibol. Me gustan mucho las matemáticas, la historia y la geografía. Me fascina jugar a videojuegos y escuchar música.

—A mi también me gustaban mucho las mates cuando estudiaba. —Es una mujer muy agradable. —Viendo lo que me has dicho, me supongo que eres muy listo, ¿no?

—Soy el mejor de la clase, si.

—¿Y eres bueno al voleibol?

—Estoy en el equipo estatal y soy el capitán de mi equipo de instituto. —La chica levanta las cejas sorprendida y visiblemente emocionada.

—Déjame adivinar, ¿eres colocador? —Asiento ligeramente. —Se nota. —La chica ríe ligeramente. —Yo fui central, aún que decía que era colocadora frustrada. —Me hace soltar una leve carcajada.

Me gusta la chica, es muy encantadora y parece que no trata los temas de manera directa.

—Hablando un poco de lo que nos interesa. —Relaja su postura y me mira tranquila. —¿Qué relación tienes con la comida?

—¿Relación?

—Si, ¿qué sientes cada vez que comes?

—Yo... Em... —Agachó la mirada y suspiró.

—No te preocupes si ahora no te ves capaz de contestarla.

Carlos pone una mano en mi pierna y le miró, quien me mira dándome ánimos. No estoy solo, tengo a Carlos.

Segundas oportunidades || CarlandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora