Segundas oportunidades || Carlando

Rumores y verdades

La gente se va a pensar que estoy saliendo con Carlos, y realmente entiendo que lo piensen. He pasado todo el fin de semana con él. Después de recoger mi casa el sábado, nos quedamos a "comer" a mi casa y me llevo a su partido y el domingo entero estuvimos haciendo el trabajo.

Bajo a desayunar el lunes por la mañana y solamente está mi hermano. Me hago un colacao caliente y mir el móvil despreocupado.

—Te gusta Carlos, ¿no? —Casi escupo el colacao por su pregunta.

—¿Por qué?

—He visto las fotos de la fiesta, están en el foro del colegio. —Dice mientras se come unos huevos fritos. —No hablan mucho de vosotros por lo de Rebecca y Checo, pero hablan.

—¿Qué han dicho?

—Han mencionado que te rechazó hace un año y algo, que fuiste a su partido el sábado y poca cosa más. —Dice leyendo su móvil. —La gente opina que seríais buena pareja.

—Carlos es hetero, es inviable que esté conmigo. —Me acabó el colacao de un trago y subo las escaleras a toda velocidad.

No quiero seguir la conversación.

Me termino de asear y me hago la mochila antes de salir de casa. Me colocó los cascos y me evado de todo el mundo.

Me pongo The Driver Era, mi grupo favorito desde un par de meses. Últimamente no paro de escuchar A Kiss, la tengo en bucle desde hace unos días.

Hoy George va más pronto porque tiene que hablar con el director del instituto y Álex le ha acompañado, asi que voy solo.

Una persona me toca el hombro y pego un bote antes de ver a Max.

—Joder. —Digo jadeando ligeramente y me quito los cascos.

—¿Qué tal estás? —Me pregunta y guardo los cascos en mi mochila.

—Bueno, no me puedo quejar, ¿tú?

—Bien. —Me mira con una sonrisa sincera. —Quería darte las gracias.

—¿A mi? —Alzó una ceja sorprendido. —¿Por qué?

—Por ayudarme con Daniel. —Susurra. —Llevábamos unos días mal, pero todo se arregló en tu fiesta.

—Consejos doy que para mi no tengo. —Reímos ligeramente. —Me alegra oír eso.

—Lando, siempre eres el que siempre da y nunca recibe.

—No creas, yo estoy feliz al veros a todos vosotros felices.

—¿Nunca has tenido ganas de tener novio?

—Si, tengo ganas de tener un novio, una persona que me quiera, pero no hay nadie.

—Eso crees tú. —Me paro en seco y entrecierro mis ojos.

—¿Qué sabes?

—¿Yo? Nada, nada, te lo juro. —Levanta las manos en son de paz. —Solo te digo que no seas tan pesimista.

Llegamos a la puerta del instituto y Max se va a saludar a Daniel y a Checo, mientras yo busco a George con la mirada.

—Lando. —Escuchó mi nombre a lo lejos y miró a mi alrededor, pero no veo a nadie.

Vuelvo a escucharlo y me acerco al cuarto de la limpieza. La puerta se abre y me mete dentro del cuarto. Abro los ojos asustado y la persona me tapa la boca para ahogar mis gritos. La luz se enciende y me tranquilizo al ver a Rebecca.

—Lando, necesito hablar contigo. —Me dice la chica.

—¿Y no me lo podrías haber dicho de una manera más... normal?