Segundas oportunidades || Carlando

La noche que todo cambió

La sala me estaba empezando a agobiar. Ya no sabía si era por el alcohol que había entrado por primera vez en mi cuerpo, por la fuerte música taladrándome los oídos o por las constantes miradas que sentía sobre mi.

Hacia poco que había salido del armario y aún que no había recibido malas palabras o malos tratos de las personas, las cosas habían cambiado.

Algunos de los chicos me miraban con recelo, se callaban cuando entraba en los baños. Las chicas empezaron a hablarme más, tal vez era porque ellas pensaban que era una más de ellas, solo porque me gustaba lo mismo que ellas.

Pero me alegra que las cosas con mis amigos no hubieran cambiado nada. Nada más entrar perdimos a Charles entre la gente, posiblemente estaría Alexandra a saber Dios sabe que, ellos dos llevaban a penas unas tres semanas de relación, pues están en la etapa de la luna de miel.

George poco después desapareció de mi lado yendo a buscar algo de comida, seguramente estaría hambriento.

Me giré y mire a Carlos, mi mejor amigo. Llevábamos siendo amigos desde que tengo uso de memoria, siempre hemos sido Carlos y Lando, Lando y Carlos.

—Joder, ha sido un visto y no visto. —Comentó Carlos sobre la ausencia de Leclerc y Russell.

—Yo me lo esperaba. —Sonreí ligeramente y observé los ojos cafe de mi mejor amigo antes de suspirar.

—¿Estás bien? —Me miró levemente preocupado y observó la copa que estaba bebiendo. —Tómatelo con calma.

—Estoy perfecto.

—Vale...

Me quede en silencio a su lado, disfrutando de la música y de su compañía. Me agarré a él y Carlos no se quejó, me gustaba pasar tiempo con él, pero todo no era tan fácil.

Le mire el perfil y suspire encandilado, sabiendo que estaba jodido. Me gustaba desde hace tiempo, bastante tiempo. Creo que ya no recuerdo desde hace cuanto tiempo siento mariposas en mi estomago cuando me sonríe, cuando se me eriza la piel por su tacto.

Desvíe la mirada rápidamente. No quería que alguien se diera cuenta de mis sentimientos. Solo lo sabía una persona, George. George era mi segundo mejor amigo, mi consejero.

Di un largo trago a mi copa, acabándola. Me separé del brazo de Carlos y fui a dejar el vaso en la barra antes de volver a agarrarme.

—¿Quieres salir a tomar el aire? —Me preguntó Carlos, tenía la cara tan cerca de la mía que me costo concentrarme.

—V-Vale. —Me agarre con fuerza a su brazo y salimos del lugar yendo a un banco.

Me sorprendí bastante encontrar a George hablando con Álex, sabía que eran buenos amigos, pero parecía que estaban hablando de algo bastante privado.

—Hola chicos. —George nos saludó y miró a Carlos. —¿Lando está entre nosotros?

—Bueno, más o menos. —El moreno me sentó en el banco y se sentó a mi lado.

La confianza que tenía con Carlos era tan grande que parecíamos novios en algunas ocasiones. Ojalá fuera siempre así y no en ocasiones.

Apoye la cabeza en su hombro y cerré los ojos.

—¿Qué hacéis aquí? —Escuche la voz insufrible de Charles.

—Disfrutar un poco de paz. —Dije en un susurro ahí sin abrir los ojos.

—Enano, estás muy borracho, ¿cuantas te has tomado?

—Solo se ha tomado dos copas y unos cuantos chupitos. —Habló Carlos, que se acordaba más que yo lo que había tomado.