Segundas oportunidades || Carlando

La fiesta que nadie planeo

No sé cómo mi casa se ha vuelto un lugar de fiesta. Al parecer Kika invitó a Alexandra y a Charles, Alexandra invitó a las chicas. Yo avise a George y a Álex y estos avisaron a Max y a Daniel, que estos avisaron a más gente y ahora hay un total de treinta o cuarenta personas por mi casa desperdigas, bebiendo y fumando.

Estoy de aquí para allá estresado, rezando para que nadie rompiera nada.

—Joder Lando, que buena fiesta. —Me dice Checo y me sonríe de par en par. Se nota que va borracho. —¿Has visto a Rebecca?

—Gracias gracias. —Le esquivó y entró en la cocina suspirando. —No la he visto. —Me asiente y se va. Que cosa tendrán estos dos montada.

Esta guay estar en una fiesta, pero no es tan guay cuando eres el canguro de todo el mundo.

—¡Lando! —Abro los ojos de golpe y miró a Oliver, quien esta de brazos cruzados. —¿Qué es esto? ¿Quién es toda esta gente?

—Yo invite a Carlos, a George y a Álex. Carlos ha invitado a Kika y a Pierre, Kika ha invitado a Charles y a Alexandra y Alexandra ha corrido la voz. —Digo y suspiró levemente.

—Como se enteré mamá, te la vas a cargar.

—Limpiare todo mañana por la mañana.

—¿Qué pasa si se lo dice alguien como su hijo pequeño? —Alzó una ceja por lo que dice y me cruzo de brazos. —A menos que me hagas las tareas durante un mes.

—Tú no dices nada de la fiesta y yo no digo nada de tu cita con Penelope. —Sonrió al ver como se pone colorado. —¿Quieres que se lo diga a Max?

—Cabrón. —Susurra saliendo de la cocina.

Genial, ahora encima me he enfadado con mi hermano. Esto no puede ir a peor, pero tocó madera porque soy muy gafe.

Miro las bebidas y suspiró antes de hacerme un vodka limón. Por un poco de alcohol no pasará nada.

Doy un trago y salgo de la cocina al salón.

—Lando. —Me dice George y me abraza ronroneando.

—Apestas a alcohol.

—Es que el hijo de puta de Lewis me ha tirado su bebida encima. —Se queja y me abraza más fuerte. —Te quiero mucho tío, eres mi mejor amigo.

—Tú también eres el mío Georgie. —Rio ligeramente. Y que luego digan que los borrachos son agresivos.

—Lando. —Álex también me abrazo y río ligeramente.

—Madre mía, que cariñosos.

—Mi amor. —George me dejo de abrazar y abraza a su novio. —Te quiero mucho.

—Yo a ti también. —Álex le agarró de la mejilla y le empezó a besar.

Pero no tiene pinta de que ese beso sea de amor, si no que parece más de deseo. Voy a dejar de mirar por el bien de mi inocencia.

Salgo al jardín y veo a algunas personas fumando marihuana, o eso creo que es por el olor que hay.

—Lando. —Joder, hoy me van a borrar el nombre.

Me acercó al grupo de fumadores y veo a Carlos dándole una calada al porro. Me quedo mirándolo con una mueca de disgusto y doy un trago a mi vaso. Me siento entre Daniel y Charlotte.

—Daniel, creo que Max te está buscando. —Digo ya que antes vi al rubio preguntarle a George por Daniel.

—Que me busque, a ver si me encuentra. —Dice enfadado y le coge el porro a Carlos antes de dar una calada a esté y soltarme el humo en la cara.