Heridas ocultas

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Pensaba que me había preparado para el día del instituto después del altercado con Lance, pero es mil veces peor. La primera pisada en el instituto es como si estuviera entrando en un escenario. Agarró los tirantes de mi mochila y me encojo de hombros yendo a mi taquilla. La abro y meto un libro en la taquilla antes de cerrarla.

—Tsk. —Alzó una ceja y levantó la mirada. —Lando.

Escucho mi nombre, pero no veo a nadie alrededor. Alguien me agarra de la mochila y me meten al cuarto de la limpieza. Se enciende la luz y visualizo a Charles. Alzo una ceja preocupado al ver que tenía un hematoma en la mejilla.

—¿Qué te ha pasado?

—Todo es por tu culpa, enano cabrón. —Me señala con el dedo y levantó las manos en son de paz.

—¿Qué ha pasado?

—Después del espectáculo que montaste con Lance, Carlos fue detrás de él como una moto y le metió una paliza. Lo que tengo en la cara es por intentar parar a Carlos.

—¿Carlos le ha pegado a Lance? ¿Por qué?

—De lo que me ha dicho él, por ti. —Abro la boca ligeramente sorprendido. —Entiendo que seáis amigos, pero no entiendo porque se altera tanto cuando es sobre ti.

—Siendo sincero, es la primera noticia que tengo. —Me rascó la nuca ligeramente nervioso. —Hablaré con Carlos.

—A lo mejor te ha defendido por haber dicho su nombre cuando estabas follando con Lance.

—No he hecho nada sexual con Lance. —Suspiró. —Gracias por decírmelo Char.

Esté asiente y abre la puerta, saliendo él primero y luego yo.

¿Por que Carlos se comporta así? Sincero sincero, no pensaba que nadie fuera a buscar a Lance, como mucho Max a decirle que no me hable así. ¿Pero Carlos? Yo que sé, tendré que hablar con él para averiguarlo.

Entró a clase y George se acerca a mi.

—¿Dónde te has metido?

—Charles quería hablar conmigo.

—¿Charles quería hablar contigo? —Pone una ligera mueca de asco y yo asiento. —¿Para qué?

—Al parecer Carlos se peleó por Lance por mi. No sé. —El moreno abre la boca sorprendido. —Tengo que hablar con Carlos.

Y justo entra por la puerta Lance. Tiene los labios hinchados, un ojo hinchado y morado, la nariz del mismo color, tiene los nudillos rojos todavía. Él no me dedica ni la mirada, simplemente se sienta en su sitio y se pone con el móvil.

—¿Todo eso se lo ha hecho Carlos? —Abro los ojos sorprendido y mi amigo me mira sin comprender nada.

Carlos entra poco después hablando con Charles. Pongo cara de susto al verlo. Tiene una herida en el labio y en la ceja, la cual tiene las típicas tiritas para juntar el corte de la ceja. Tiene la mano derecha vendada, supongo que tendrá que tener los nudillos destrozados.

Miró a Charles y me hace un gesto señalando a Lance y a Carlos y me dice sin voz, pero gesticulando bien para que lo entienda: "Esto es por ti". El moreno se sienta a mi lado y dejo de mirarle, tampoco quiero ser intrusivo.

Las clases siguen su transcurso normal, pero yo sigo bastante preocupado por Carlos. ¿Por qué se mete en peleas para defender mi nombre? No tiene sentido.

Agarró un papel pequeño y escribo "¿Podemos vernos en la clase de música a la hora del recreo?" Lo doblo y se lo pongo a Carlos encima de la mesa mientras la profesora escribe algo en la pizarra. Veo que lo abre y lo lee antes de asentir, él sabe que le he visto asentir, así que perfecto.

Segundas oportunidades || CarlandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora