Escorpio x Virgo - BibleBuild

Capítulo Dieciséis

ARCHIENEMIGO: sustantivo / ar-chi-e-ne-mi-go

DEFINICIÓN DE ARCHIENEMIGO: Build lanzándole bromas a Bible para sacarle de quicio. / Bible lanzándole bromas a Build para sacarle de quicio. / En teoría, un enemigo. / Un amienemigo

PLURAL ARCHIENEMIGOS: dos chicos coqueteando.

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No durmieron nada.

Hubo mucho girar y mucho retorcerse, y el cuerpo casi desnudo de Ble sudando bajo las sábanas.

Pero nada de eso fue ni tan divertido ni tan sexi como debería haber sido.

Biu se giró hacia Ble, que no paraba de moverse, y le puso una mano entre los omóplatos. Se alarmó al notar lo Caliente que estaba e, incorporándose, encendió la luz de la mesita y lo puso bocarriba.

—¿Estás bien? —le preguntó.

Ble gimió y abrió los ojos despacio. —¿Biu?

Sonaba confuso. Y sorprendido. Biu le apartó el pelo húmedo de la frente y comprobó si tenía fiebre.

—¿Qué te duele? Ble se puso de lado, subió las rodillas y, apretándolas contra el pecho, dijo: —Todo.

Parecía que le costaba respirar y Biu se acercó más a él. Le quitó la manta que le cubría las piernas y usó la técnica de los puntos de presión, poniéndole cuatro dedos en la parte trasera de las rodillas para intentar aliviar el mareo y el malestar.

—¿Te duelen los músculos? ¿La cabeza?

Ble se quedó muy quieto durante unos segundos antes de desenredarse de Biu, levantarse de la cama e ir dando tumbos hasta el baño. Se oyó cómo vomitaba, después maldecía y, luego, volvía a vomitar.

¿Una intoxicación? Pues estupendo.

Biu se levantó y se acercó a la puerta abierta del baño. El pobre Ble estaba pegado al inodoro. El suelo a su alrededor tampoco había quedado indemne, así que Biu lo sorteó como pudo para llegar hasta Ble y reconfortarle con una mano en la espalda. Se sentía fatal viéndole así.

—Vamos, échalo todo, que no pasa nada. Vas a estar hecho una puta mierda un rato, pero se te va a pasar enseguida, ya verás.

Más vómitos.

—No tienes que quedarte conmigo —dijo Ble entre arcada y arcada.

—Lo sé.

Siguió acariciándole la espalda hasta que el pobre consiguió incorporarse y sentarse sobre sus talones. Tenía salpicaduras de vómito en las piernas y Biu le pasó una toalla húmeda antes de dirigirse a la ducha y abrirla.

—Dúchate mientras limpio el suelo y cuando termines te llevo otra vez a la cama.

—Dientes —murmuró Ble tambaleándose hasta el lavabo y cogiendo su cepillo. Biu le dejó lavándose los dientes mientras él iba en busca de un cubo, un estropajo, lejía, limpiador de baño y unos guantes. Cuando volvió, Ble estaba escupiendo en el lavabo. Al verlo, se tambaleó hacia los productos de limpieza, pero Biu le paró.

—Por mucho que me guste la idea de verte de rodillas, te prefiero en la ducha.

Ble se rio sin fuerza y, frunciendo el ceño, se tocó el estómago. Gimió y se bajó los boxers, dejando a la vista un parche de vello púbico y su polla, que le colgaba pegada al muslo. Cuando se agachó para quitárselos y Biu vio la curva de su culo, se le aceleró el corazón.